Regla del 7 - 38 - 55: ¿qué es y cómo nos ayuda a evitar conflictos?

Aplicar esta regla puede ayudar a comunicar emociones de una forma más eficaz y sencilla de interpretar.

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Pareja discutiendo, mientras uno de los miembros mira hacia otro lado.
Esta técnica puede ayudar a evitar malentendidos.

11 de julio 2024 - 00:54

En los años 60 del siglo pasado el que fuera profesor de psicología de la Universidad de California, Albert Mehrabian, realizó una serie de estudios en los que se dio a conocer la famosa regla 7-38-55, que pronto dio el salto de los textos de Mehrabian a otros ámbitos comunicativos. A día de hoy es también utilizada para aprender a comunicarse mejor y evitar también malentendidos y conflictos.

Más allá de lo que se dice, la importancia del cómo se dicen las cosas

El trabajo de Mehrabian se centraba en la comunicación de las emociones y concluía que a la hora de transmitir los interlocutores tenían que tener en cuenta todos los elementos del mensaje: tanto lo que se dice (las palabras), como la forma en la que se dice (como el tono de voz) y la comunicación no verbal (como los gestos o la expresión del rostro), que ayudan a comunicar de forma más eficaz, aunque el peso de unos y otros variaba a la hora de interpretar el mensaje.

En sus resultados estableció una división en porcentajes del proceso de comunicación de los sentimientos, según la cuál tan solo el 7% de la comunicación está constituida por las palabras, mientras que el 38% se transmita a través de la voz (mediante la inflexión y el volumen). El 55% restante de la comunicación se basa en el lenguaje no verbal, es decir de la expresión corporal. 

Por otra parte, es importante que los tres elementos deben ser coherentes entre sí para que el receptor pueda entender el mensaje de la forma adecuada, ya que de lo contrario pueden producirse malentendidos debido al choque entre diferentes señales contradictorias, algo que precisamente se busca evitar. En estos casos, el interlocutor dará mayor importancia a la expresión del cuerpo para interpretar lo que se está intentando decir. Por ejemplo: si alguien cuenta algo positivo que le ha pasado, pero lo hace usando un tono de voz triste y unos gestos que dan a entender lo contrario que las palabras, es más probable que se interprete lo que dice la persona como algo que no es verdad, ya que no concuerda con el resto de elementos no verbales.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el trabajo de Mehrabian y especialmente la regla del 7-38-55 ha sido bastante malinterpretada, ya que su trabajo no entraba dentro de la mejora personal, sino que se centraba en el estudio de cómo los elementos se mezclan a la hora de transmitir emociones y el mayor peso de la expresión corporal en estos casos. Eso quiere decir que no es aplicable a todos los tipos de comunicación humana, como a una centrada en la transimisón de hechos fácticos, algo que aclaró el mismo Mehrabian en su página web diciendo que sus ecuaciones "derivaron de experimentos específicamente centrados en la comunicación de sentimientos" y que "si el comunicador no está hablando de sus emociones o actitudes, estas ecuaciones no son aplicables".

Pese a esto, puede ser de mucha utilidad cuando se trata tanto de entender a la gente, como cuando se buscan transmitir los sentimientos propios de la forma más clara posible. El sistema es sencillo, se trata en alinear, en la medida de lo posible los tres elementos. En estos casos, aunque elegir las palabras con cuidado siempre es recomendable, hay que también cuidar con esmero el tono y el lenguaje corporal, que son los elementos con más peso de la ecuación. Además se tiene que tener en cuenta que la expresión y el movimiento del cuerpo suelen ser claves cuando hay señales conflictivas ya que son aquello en lo que la gente, según la regla, más confía.

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