Subvariante Pirola: cuáles son los síntomas y características de esta nueva variante del covid

Desde que el coronavirus SARS-CoV-2 irrumpió en nuestras vidas, las variantes del virus no han dejado de proliferar. Entre ellas, la subvariante Pirola, también conocida como JN.1, ha cobrado relevancia recientemente. Esta variante llegó a España, en mayo, y rápidamente se ha convertido en la cepa dominante de los últimos contagios en el país, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de SAnidad.

La llegada de Pirola a España se produjo desde Estados Unidos y el Reino Unido, coincidiendo con un aumento notable de casos en ambos países. Además, el virus ha vuelto a impactar en las residencias de mayores. Pirola, o JN.1, es una descendiente de la variante ómicron, que ha mostrado una notable resistencia y adaptabilidad desde su aparición. Clasificada como una "variante de interés" por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en diciembre pasado, Pirola se distingue por su capacidad potencial para aumentar la transmisibilidad y la gravedad de la enfermedad. Aunque el riesgo global asociado a esta subvariante se considera bajo, su alta tasa de mutación y rápida propagación han generado preocupación entre los expertos.

Características y síntomas de la subvariante Pirola

A nivel microbiológico, Pirola presenta cinco alteraciones diferentes del virus, denominadas KP.2, KP.3, JN.1.7, JN.1.1 y KP.1.1. De estas, KP.3 ha sido la más prevalente en Euskadi, representando el 42,2% de los contagios recientes, seguida por JN.1 con un 38,6% y KP.2 con un 7,2%. Estas mutaciones han permitido que Pirola se propague rápidamente, superando a otras variantes en la región. Los síntomas de la subvariante Pirola son similares a los de otras variantes del COVID-19. Estos incluyen dolor de garganta, tos, fatiga, fiebre, dolor muscular, pérdida del gusto o del olfato, dificultad para respirar, náuseas y vómitos, y diarrea. Aunque estos síntomas pueden variar en intensidad, los expertos aseguran que Pirola no es más peligrosa que sus predecesoras. No se ha observado un aumento en la mortalidad ni en la gravedad de los síntomas, aunque su alta transmisibilidad ha llevado a un incremento significativo de los casos en las regiones afectadas.

A pesar de estos aumentos, los expertos han llamado a la calma, destacando que la vacunación y las infecciones previas han reducido significativamente la gravedad de los síntomas en la mayoría de los casos. El impacto de la subvariante Pirola ha llevado a las autoridades sanitarias a monitorear de cerca su evolución. La alta tasa de hospitalizaciones, especialmente entre la población mayor, subraya la importancia de mantener y reforzar las medidas preventivas. La vacunación sigue siendo una de las herramientas más efectivas para combatir el COVID-19 y sus variantes. La inmunización ha reducido la gravedad de los síntomas y la tasa de mortalidad en gran medida, pero con la aparición de nuevas variantes como Pirola, la necesidad de dosis de refuerzo y de mantener altos niveles de cobertura vacunal se hace cada vez más evidente. El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España ha recomendado seguir las medidas habituales para prevenir el contagio. Estas incluyen cubrir la nariz y la boca al estornudar o toser, lavarse las manos frecuentemente, utilizar gel hidroalcohólico, y usar mascarillas o practicar el distanciamiento social en caso de presentar síntomas.