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La campaña de aguacate 2022/23 se reducirá a la mitad por la falta de agua

La campaña de aguacate 2022/23 se reducirá a la mitad por la falta de agua La campaña de aguacate 2022/23 se reducirá a la mitad por la falta de agua

La campaña de aguacate 2022/23 se reducirá a la mitad por la falta de agua / D. A.

Escrito por

Redacción

El campo malagueño alza sus ojos al ciero y espera las lluvias que no llegan, mientras que son cada vez más los agricultores que se ven obligados a deshacerse de parte de sus plantaciones de frutos subtropicales para salvar al resto. En la Axarquía malagueña, una de las principales zonas productoras de aguacates y mangos en España, el pantano de La Viñuela se encontraba en el mes de agosto por debajo del 13 % de su capacidad, y todas las fincas en general tienen dificultades, según alertó el presidente en funciones de la Asociación Española de Tropicales, Domingo Medina. Este problema es más acuciante entre los que tienen aguacates, un cultivo que “necesita más agua y resiste menos el estrés hídrico”, por lo que las plantas están “sufriendo mucho”, pues incluso los pozos de los que disponen algunos agricultores o el agua regenerada tiene concentraciones muy altas de sales, lo que repercutirá en el menor tamaño de los frutos.

Los cálculos de la asociación, que apuntaban a la pérdida de un 35 por ciento de la producción, se quedaron obsoletos durante el verano y ya se prevé que la campaña de aguacate de 2022/23, que arranca en noviembre y se prolongará hasta marzo, sea la mitad de la última cosecha en la Axarquía, hasta situarse en unas 20.000 toneladas.

En la comarca de la Axarquía, principal potencia productora, se esperan recoger unas 20.000 toneladas

El mango, cuya recolección empieza antes, resiste mejor, pero el riego ahora tampoco está ajustado a las necesidades del árbol. “Podíamos tener una cosecha récord pero nos vamos a quedar en el nivel del año pasado, en torno a 25.000 o 30.000 toneladas”, detalla la misma fuente. El responsable de Frutas y Hortalizas de Asaja Málaga, Benjamín Faulí, apunta por su parte que la situación es “bastante complicada” en la zona de la Axarquía, mientras que en el resto de la provincia las lluvias de la primavera permitieron recuperar los acuíferos y salvaron otros cultivos, como los cítricos en el Guadalhorce.

Ante esta situación, son muchos los agricultores de subtropicales malagueños que han comenzado a tomar medidas. “Hay quien está arrancando la planta entera” para replantar más adelante y también el que está haciendo “podas severas”, con lo que previsiblemente perderá cosechas durante dos años hasta que los árboles vuelvan a su estado anterior. El propio Domingo Medina ha tenido que tomar medidas drásticas en una de sus plantaciones de aguacates situada en Vélez-Málaga, al ver en mayo que no habían logrado llenar una balsa en la que almacenan el agua de un pozo que solo suministra en invierno y que las precipitaciones “iban a ir a menos o nada”. Por eso decidió el arranque de unos 1.500 árboles, que ocupaban en torno a 3 de las 15 hectáreas de la finca, unos árboles que podían llevar unos 35 años, para asegurar la supervivencia de otros 6.000. Eran árboles viejos, en los que la calidad del fruto empieza a bajar y los costes de recolección aumentan porque la planta es muy alta, pero de no ser por la sequía “no se arrancan”, admite. Y a los problemas de la falta de lluvias se unen los de infraestructuras. “De nada sirve que la Junta invierta 1,7 millones en la puesta a punto de las depuradoras si no invierten en las canalizaciones para llegar a las explotaciones”, señalan desde ASAJA Málaga.

En cuanto al impacto que puede tener en los precios una menor producción de aguacate de la Axarquía, ha recordado que si entra mucho volumen de terceros países, como Perú, Israel, Chile o Marruecos, “el mercado europeo tampoco nota falta de producto”, con lo que los precios no suben.

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