Entrevista

El 'Escándalo' de Alexandra Jiménez que indaga en las obsesiones, no en la pederastia

Fernando Líndez y Alexandra Jiménez, el romance con reticencias que muestra 'Escándalo. Retrato de una obsesión'

Fernando Líndez y Alexandra Jiménez, el romance con reticencias que muestra 'Escándalo. Retrato de una obsesión' / Mediaset

¿Quién es Inés?: "Es una mujer que está rota completamente decide quitarse del medio quiere quitarse la vida y alguien la salva de esa situación y ese alguien, pues es un niño de 15 años. Esa vuelta a la vida  desencadena una historia de amor que se va a distorsionando hasta que se transforma en una historia obsesiva y enfermiza". Alexandra Jiménez es la protagonista de Escándalo, relato de una obsesión, serie que esta noche estrena en Telecinco y que se ha visto envuelta en la polémica por críticas de blanquear las relaciones con menores, protestas sobre pederastia que han partido sin haber visto ni un minuto de visionado.

Hay otras aristas y otras visiones en esta ficción de ocho episodios que tiene el sello de la productora de Aitor Gabilondo, Alea Media, (Patria) y creada por Aurora Guerra y que se ha rodado en Madrid, Valencia o Denia. "Es la historia de alguien que que no deja de ser una suicida y que va dinamitando todo lo que le rodea sin ser consciente de esa. Causa de un comportamiento que ya no sabe controlar, no sabe vivir de otra manera, no sabe amar de otra forma es lo que le han enseñado, con todos los miedos y todos los traumas", completa la actriz sobre una ficción donde las enfermedades mentales también tienen su relieve.

Aitor Gabilondo, productor y guionista, en el rodaje de 'Escándalo. Relato de una obsesión' para Telecinco Aitor Gabilondo, productor y guionista, en el rodaje de 'Escándalo. Relato de una obsesión' para Telecinco

Aitor Gabilondo, productor y guionista, en el rodaje de 'Escándalo. Relato de una obsesión' para Telecinco / Mediaset

El salvador de Inés es Hugo, a cargo de Fernando Líndez, un adolescente que cambia la vida de la protagonista. "El personaje es muy difícil defenderlo pero una vez que la entiendes como actriz es apasionante adentrarte en esa personalidad. Lo que confronta también esta mujer al espectador es todos tenemos razones para ser el resultado de lo que somos y para comportarnos como los hacemos. En este caso es el resultado de cosas muy tremendas como se va a ir descubriendo", refleja esta intérprete que se dio a conocer muy joven con el registro de comedia de Los Serrano. En Escándalo, relato de una obsesión todo se complica, Inés "es víctima y es verdugo".

Sobre la atracción hacia un menor, que ya llevó Nabokov con Lolita y que trasladó al cine Kubrick, Alexandra quita matices a que pueda ejercerlo un hombre o una mujer, como en esta ficción. "Al final es un ser humano que no puede controlar lo que le pasa y que por mucho que trate de luchar en contra de lo que le está pasando no es incapaz de frenarlo", agrega. "Esto es un juicio a lo largo de ocho capítulos de la mirada externa hacia ella y ante la sociedad, evidentemente, se la juzga más por el hecho de que sea una mujer", admite, ante "un conflicto tremendo, con una personalidad muy complicada. Es un personaje que no te da un respiro".

Sobre los roles de comedia que han jalonado en parte su carrera, Alexandra recuerda que es un género "muy difícil", que "también requiere de muchísima concentración". 

Para sobrellevar un papel tan dramático la actriz reconoce que es necesario "un mecanismo de defensa": "es algo instintivo, cuanto mayor es la tragedia que estás contando más necesitas reírte incluso en el set. Tienes que aflojar y tienes que soltar y tienes que acordarte que es un juego muy extremo", confiesa sobre un trabajo como éste. La tensión de Inés la tiene que soltar en el propio trabajo, "luego uno tiene una casa y tiene una vida y tiene que cuidarse y cuidar a los que les rodean y no puedes estar con el cliché de la serie".

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