Ídolos del rey Felipe VI
Los recuerdos infantiles televisivos de la generación del Príncipe de Asturias lo forman series y programas sin competencia y que había que contemplar sin posibilidad de grabarlos en vídeo
La generación que ahora ronda los 50 años la forman los españoles que ya nacieron con ese aparato que se llama televisor instalado en el salón de casa y para quienes los tiempos de carestía eran épocas de pretérito indefinido. El televisor era signo de normalidad y la transición política fue pareja a la transición en las casas de recambiar el aparato en blanco y negro por uno de color. El televisor se había convertido en la primera ventana común, la que permite a cualquiera desde el sofá (invento complementario ideal), asomarse al mundo, compartiendo con millones de espectadores experiencias, vivencias y recuerdos. La generación de Felipe VI es la primera que cuenta con una memoria sentimental donde se agrupan unas evocaciones compartidas por todos. Y agrandadas por dos motivos: el propio paso del tiempo y el carácter único de aquellos visionados televisivos. Cuando no existía ni siquiera el vídeo, cuando sólo había una cadena, ya que el UHF, la Segunda, era reducida en horario y territorio. La Primera, la Única, era una cadena que repartía regalos. Los ídolos del niño Felipe VI los comparte con el resto de españoles de su tiempo.
1 "...Es la sonrisa de papá". La sonrisa del Príncipe de España era una de sus mejores bazas para hacerse querer en una España tardofranquista donde se le veía como un estorbo político más que otra cosa. El entonces infante don Felipe, hijo y heredero del príncipe don Juan Carlos, veía aquella pandilla Chiripitifláutica en las primeras tardes de su vida, ya que en 1970 comenzaron a tener su propia serie diaria tras haber animado el vespertino Antena infantil. El argentino Óscar Banegas fue ideando esta cuadrilla de surrealistas aventuras de cartón liderada por Valentina (Mari Carmen Goñi) y el Capitán Tan (Félix Casas). Locomotoro (Paquito Cano) fue eliminado por Banegas por celos profesionales y no forma parte de los recuerdos de la generación del futuro Rey. Los Chiripitifláuticos dejó de emitirse en enero de 1974. Adolfo Suárez había dejado la dirección general de RTVE sólo unos meses antes. Justificaron sus sucesores que lo quitaban porque "eran más cursis que Walt Disney".
2 "La luna es un globo que se me escapó..." Hay tantas lunas que se nos escaparon mientras mirábamos al cielo... Un globo, dos globos, tres globos es el gran contenedor infantil de las tardes de TVE. Tres segmentos diferenciados, los pequeños, animados por la niñera María Luisa Seco y los ripios de Gloria Fuertes; los 'medianos', los que habían hecho la primera comunión por entonces, con series de dibujos animados como Los picapiedra (ya unos clásicos para la generación anterior, con su doblaje latinoamericano); y los adolescentes, para los que se concebían espacios como Taller de teatro, con una pipiola Verónica Forqué. En este programa, sucesor de La casa del reloj (formato preescolar adaptado de la BBC) y Con vosotros, aparecieron por primera vez en 1976 los trapos de Barrio Sésamo, didácticas criaturas de Jim Henson que se estrenaron en España como Ábrete Sésamo. Con Epi y Blas compartiendo dormitorio, Coco, el monstruo de las galletas y la dicharachera rana Gustavo (no Kermit). La española Caponata se incorporaría en 1979 y Espinete en el 83.
3 "La policía me gusta menos que la compota agria con moscas". Así de sincera, para sorpresa de los adultos, era Pippilota, la inquilina solitaria de Villa Kunterbunt, que no iba al colegio pese a los esfuerzos de las autoridades municipales de su idílico pueblo sueco y convivía con un mono piojoso y un caballo con motas. Pippi era rica, tenía fuerza de superhéroe y malcriaba a sus amigos, los hermanos Tommy y Anika. ¿Pero esto se vio en la televisión del franquismo? Pues sí. Fue la serie que en 1974 estrenó la suculenta franja infantil de la sobremesa de los sábados, entre el Telediario y la película Primera Sesión. Algún osado de la TVE de Suarez compró esta producción sueca de 1968 que lanzaba unos mensajes absolutamente rompedores para su tiempo.
4 "Abuelito, dime tú ¿qué sonidos son los que oigo yo...? La banda sonora de esta algodonosa serie japonesa no fue traducida en los discos hasta pasados unos meses de su estreno. Heidi llegó mientras el 'abuelete' Franco se moría y el abuelo de don Felipe, don Juan, se inquietaba. La bondadosa niña alpina, traspasada de malas formas al abuelo, rompió los corazones entre Pedro, las cabras y su exilio a Frankfurt, donde conoció a Clara y debía obedecer a la señorita Rottenmeier, símbolo para siempre de la autoridad abusona y solterona. Heidi vino a romper la programación de luto por Franco en la tarde de la proclamación de don Juan Carlos como Rey.
5 "No te vayas mamá, no te olvides de mí...". Tras el referéndum de la Reforma llegaba a la sobremesa de los sábados un desesperado niño genovés que emprendía camino hacia la Argentina en busca de su madre emigrante. Un inacabable culebrón animado japonés que duró todo 1977 y que se convirtió en un trágico drama para la familia, con su lacrimógena canción, entre el llanto y la amenaza, mientras en la calle se fraguaba la transición timoneada por el padre de don Felipe.
6 "¿Dónde vas con ese tomate a rayas?..." Pudo ser la primera serie nocturna que el entonces infante de la Zarzuela consiguió que le dejaran ver. La popularidad de estos dos colegas de Bay City, que iban a bordo del Ford Torino rojo con raya blanca persiguiendo a los malos, creció cuando en 1978 estaban en las tardes tras Un globo... Había quienes se quejaban de su violencia, pero David Starsky, el moreno, (Paul Michael Glasser) y Kenneth Hutch (David Soul) encandilaron especialmente a los niños. Y sobre todo a sus hermanas mayores.
7 "Tigres, leones..." Con este cómico italiano , cantante de baladas en los 60, descubrimos el bipartidismo en las mañanas de los sábados en Sabadadabá (por allí andaba Mayra Gómez Kemp). Walter Rocco Torrebruno estrenó la franja matinal, cuando en 1970, con la EGB, el sábado dejó de ser lectivo, con Hoy también es fiesta. Después pasó por La guagua, El recreoo 003 y medio, antes de dividirnos, ya talluditos, entre tigres y leones.
8 "Bienvenidas, ángeles". Para los coetáneos de don Felipe siguen siendo ángeles: los ídolos más turbadores de aquellos niños que se dividían entre la rubia Farrah Fawcett y la morena Jaclyn Smitih. Sabrina-Kate Jackson parecía de relleno. Estas tres chicas detectives están en un pedestal desde que se asomaron a las tardes de los sábados. El argumento daba igual...
9 ¿Cómo están ustedeees? Gaby hizo esta pregunta por primera vez en julio de 1974. Desde entonces las canciones de los Aragón forman parte de la memoria de varias generaciones infantiles. Fofó, Miliki y Fofito, unidos en las aventuras para desmantelar la tranquilidad del señor Chinarro, se encumbraron en las tardes de los sábados.
10 "Planeador abajooo". La justicia infinita de este robot nipón fue un impacto para los niños. Apareció el 4 de marzo de 1978 para pasmo infantil y protesta de muchos padres. Ahí se produjo la ruptura televisiva entre generaciones. Mazinger y su piloto Koji no tenían piedad con el terrorista marxista Doctor Infierno. Fue cancelada en septiempbre. Pura censura.
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