Y ahora, 3D

Al igual que le pasó hace más de medio siglo al cine, con la promoción de las funciones en 3D, para atraer a los espectadores que preferían quedarse en casa con la incipiente televisión; ahora es la televisión la que para fidelizar a sus adictos se adentra en desarrollos tecnológicos para hacer más atractivo su producto. Se encamina un paso más allá de la alta definición (HD) que comienza a imponerse en Estados Unidos y va arrancando en las cadenas europeas. En España se iniciaron las emisiones en HD en Digital + hace dos años, y que ha ido multiplicando su oferta de canales. TVE, que sirvió los Juegos Olímpicos en HD pero sólo por las plataformas de pago, aguarda al apagón analógico para contar con el multiplex de ampliación necesario para incluir un canal en HD, que también experimenta la catalana TV3.

Y el 3D, redescubierto en las salas cinematográficas, es el futuro para las emisiones cinematográficas y deportivas en la tele. La productora del fútbol, Mediapro, ya anunció hace unos meses que se interesaba por ofrecer la Liga en 3 Dimensiones, pero ha aparcado el proyecto a la espera de la evolución de los acontecimientos. La Champions de la próxima temporada sí que brindará partidos en 3D para servirlos en aquellos canales interesados. TV3 ha sido la primera en España en reiniciar la experimentación del 3D en sus emisiones y lo popularizará en el curso de este año. La corporación catalana, con el respaldo de la Generalitat, tiene previsto repartir 3 millones de gafas para varios especiales grabados en formato tridimensional y que se programarán en la festividad de San Jorge, el 23 de abril, a lo que se añadirán películas y documentales en meses sucesivos.

Las gafas del siglo XXI han mejorado frente a las iniciales de celofán azul y rojo, material con que no se dio abasto en enero de 1984 cuando TVE anunció su primera película en 3D, Fort Ti, que fue un fiasco sin paliativos. A principios de los 90 Coca Cola lanzó un nuevo refresco cuyos anuncios se ofrecían en 3D, por lo que repartió las gafas necesarias en numerosos periódicos, pero la experiencia, a la que iba que echar algo de imaginación no alcanzó tampoco mayor notoriedad.

La recuperación de las gafas, elemento que ha vuelto a ser habitual en los cines, es la primera operación de las majors y cadenas para habituar a los espectadores al 3D mientras van llegando los monitores preparados para servir este formato sin necesidad de añadidos, aunque con los prototipos actuales sólo se percibe correctamente si el espectador está situado frontalmente a la pantalla.

El desarrollo en la presente década pasa por el 3D, en una renovación de los receptores en estos primeros años de encendido de la TDT (Estados Unidos, por ejemplo, vivió el apagón analógico el pasado año y España dará el paso definitivo en abril). Para el año 2015 está previsto que todo el mercado occidental estará adaptado para el 3D en la televisión, con muchos de los contenidos (como las películas que se proyectan actualmente) servidos en efecto esteroscópico, que también llegará pronto a las pantallas del móvil y a las del ordenador.

El relieve virtual es una de las vertientes de futuro que ya se ha profetizado en la feria tecnológica de Las Vegas, CES, (en la foto) en el que el destino de las 3 Dimensiones ha sido el estribillo que han repetido tanto fabricantes (con Sony, la explotadora de la patente por delante) como distribuidoras.