David de Miranda, un novillero a tener en cuenta
El pasado domingo 16 acudí a la novillada que se celebraba en Huelva, en la que un torero de la tierra hacía su debut con picadores, un incipiente novillero al que las cosas le cambiaban: pasaba de ser un becerrista, de torear erales en novilladas sin caballos, a hacerlo con novillos ya más cuajados, con utreros.
El que ha seguido su bisoña trayectoria como es mi caso, tenía plena confianza en él, lo había visto triunfar en Huelva, en Ronda, en Osuna, en Segovia y dos veces en Bayona, además de algún que otro tentadero, y merecía la pena seguirlo porque basaba su hacer en lo mínimo que se le puede exigir al que se inicia en tan difícil profesión, arte o carrera (que cada uno lo llame como quiera) que no es otra cosa que la quietud, el no dudar delante de la cara de su oponente, afición; lo demás, como es el torear más o menos bonito, el saber colocarse y manejar los trastos con soltura ya lo iría aprendiendo, tenía lo principal, lo que se necesita para cimentar la faena, algo tan sencillo de decir cómo tan difícil de poseer: valor. Así que con la base de ese valor y mucho más suelto hizo el debut con picadores en la plaza de toros de La Merced David de Miranda, haciendo el paseíllo con dos novilleros figuras del escalafón novilleril, obviamente más avezados pero algo que no se notó en el ruedo, sino que se los merendó, como he leído a un cronista taurino nacional.
A David de Miranda, si sigue persistiendo en el concepto del toreo que tan bien apunta, le van a servir tantos toros como al que más, no da tirones ni banderazos, torea con despaciosidad, con temple, hace el toreo con autenticidad, siempre por abajo y vaciando al toro atrás y sacando la muleta por debajo de la pala del pitón, con firmeza y así únicamente torean los que tienen valor.
No, no es frío como algunos han apuntado, le falta encajarse y eso se adquiere toreando, era su primera novillada, ya hablaremos dentro de poco, porque además hay tanta pureza en su toreo, que no hace un guiño a la galería, no busca palmas fáciles, es una estatua humana que ni pestañea cuando se le viene de lejos el obús en los quites de frente por detrás; con media muleta se apretó en mondeñinas escalofriantes y las bernadinas fueron de pavor, provocando la embestida muy cerca y cambiando la muleta de pitón ya casi en el mismo embroque. Además se tira a matar de verdad.
Estos son los conceptos que se necesitan para ser figura del toreo. No te apartes de ellos David de Miranda si quieres ser gente en el toro. Afición, mucha afición y a entrenar mucho para pulir los defectos lógicos de todo el que empieza.
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