López Chaves consigue el único trofeo en una mansada infumable de Palha
Los diestros Luis Vilches y López Díaz se marchan de vacío en la Monumental de Barcelona
El matador de toros salmantino Domingo López Chaves cortó la única oreja de la corrida celebrada ayer en la plaza Monumental de Barcelona, en la que los muy deslucidos toros de la ganadería portuguesa de Palha, que volvían a la ciudad condal después de once años, lo condicionaron todo. Por su parte, los diestros Luis Vilches y López Díaz saldaron sus actuaciones en blanco.
Domingo López Chaves poco pudo hacer con el toro que abrió plaza, que se apagó en seguida, y con el que tras probarlo por el pitón derecho no le quedó más remedio que abreviar.
Al cuarto, el toro más potable del envío, López Chaves lo recibió con dos largas de rodillas, y posteriormente instrumentó una faena con muchas concesiones a la galería a base de rodillazos, molinetes y otros guiños que calaron en los tendidos. Mató a la primera y cortó una oreja.
El matador de toros sevillano Luis Vilches mostró dos caras bien distintas. Su primera faena tuvo momentos de muy buena factura por el pitón derecho, pero su mal manejo de la espada le privó del triunfo. Y con el quinto llevó a cabo una labor vulgar, sin acople y sin temple.
El primer toro de López Díaz no quiso saber nada del caballo y tuvo que ser condenado a banderillas negras. La faena contó con muchas precauciones por parte del torero, que dejó algunas pincelada y poco más.
Y el mismo guión continuó en el que cerró plaza, toro muy descastado con el que López Díaz anduvo digno, pero sin alcanzar mayores cotas.
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