Sandra Moscoso sale a hombros con Padilla y Finito en su alternativa

La plaza de Ubrique casi se llena en la primera alternativa de una mujer en Andalucía · El jerezano Juan José Padilla fue el triunfador haciendo doblete con dos rabos · Finito le corta dos orejas al cuarto

Una imagen para la historia del toreo en Ubrique: Finito de Córdoba cede los trastos a Sandra Moscoso en presencia de Juan José Padilla.
Una imagen para la historia del toreo en Ubrique: Finito de Córdoba cede los trastos a Sandra Moscoso en presencia de Juan José Padilla.
Francisco Orgambides

20 de septiembre 2010 - 01:00

GANADERÍA: Seis toros de Osborne, bien presentados, destacando por su mejor juego primero y sexto, ambos aplaudidos. El peor el segundo, el resto manejables pero a menos. TOREROS: Juan Serrano 'Finito de Córdoba', de negro y azabache, tres pinchazos y estocada corta (Saludos) y estocada trasera tendida (Dos orejas). Juan José Padilla, de corinto y oro, estocada (Dos orejas y rabo) y estocada (Dos orejas y rabo). Sandra Moscoso, que tomaba la alternativa, de blanco y oro, tres pinchazos y estocada baja (Oreja) y dos pinchazos y estocada (Dos orejas). INCIDENCIAS: Casi lleno en tarde fresca de nublado. Picó bien al primero José Antonio Flor y puso un buen par de banderillas al sexto Miguel Ángel Sánchez.

Sandra Moscoso ha salido a hombros en la tarde de su alternativa, la primera que se concede a una mujer en plazas andaluzas, en un festejo en el que el triunfador ha sido Juan José Padilla, que ha consumado un doblete obteniendo todos los trofeos de su lote, y no se quedó atrás Finito de Córdoba, quien con la peor suerte en el sorteo cuajó un momento de mucha intensidad torera con el cuarto de la suelta.

Para la historia queda la hazaña de Sandra, nada menos que conseguir doctorarse en un oficio tradicionalmente de hombres y, hasta no hace mucho, impensable para una mujer. Y ha triunfado en la tarde de su doctorado en Ubrique contando con dos grandes aliados, sus dos toros -que han sido los mejores y con más posibilidades del encierro- y el público, a su favor, que ha sacado con fuerza los pañuelos para premiar su primera actuación como matador.

La ceremonia llegó con el toro número 82 "Serpentino", ensabanado. Finito le cedió los trastos a Sandra en presencia de Padilla y la jerezana le brindó el toro a su apoderado y maestro en la escuela Municipal de Tauromaquia de Jerez, Antonio Lozano. Sandra, que había destacado en los lances de recibo, cuajó una faena irregular en la que se le notó que acusaba la presión y en la que no faltaron buenos momentos. Mucho más entonada en el sexto, toro que cerró plaza y ante el que tuvo el handicap de que ya era muy de noche, ligó excelentes muletazos por la derecha y aunque de nuevo falló a espadas, fue premiada con los dos trofeos.

Ya se ha dicho que Finito de Córdoba tuvo el peor lote. Su primero fue un toro castaño reservón, que embestía con malos modos y se lo pensaba mucho, en decir de los taurinos un toro bruto. Poco le pudo sacar el cordobés, por lo que abrevió. Sin embargo ante su segundo, un astado que reponía buscando después de tragarse los dos primeros muletazos, Finito echó lo que se dice la peoná y le planto cara hasta fajarse en una serie de estimable mérito con la mano derecha, sometiendo al animal con bellísima intensidad. Dos orejas a su labor.

Juan José Padilla fue el ciclón al que estamos acostumbrados. Colocó sus toros al caballo en floridos galleos y los banderilleó cerrando los tercios con pares al violín que levantaron al público de sus asientos y con la espada anduvo echo un cañón. Su primero fue noble pero tuvo muy poca fuerza y vino muy a menos. Eso sí, lo aprovechó al máximo. Su segundo fue otro toro castaño rajadito y descastado que duró hasta la primera serie al natural, aunque le sacó mucho partido con un templado circular y los desplantes.

Por fin no llovió, aunque la tarde amenazó lluvia y solo cayeron orejas en un triunfal festejo con tres toreros a hombros, uno de ellos, mujer. Enhorabuena.

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