Amsterdam está de festival

Hay ciudades que se transforman cuando llega el verano y Amsterdam, sin duda, es una de ellas. El duro invierno, que obliga a los turistas a refugiarse en bares y coffee shops para aguantar el frío entre museo y museo, da una tregua y la ciudad se echa a la calle para disfrutar del teatro, la música y la frenética actividad cultural que se respira en Amsterdam, capital europea de eventos y festivales entre junio y agosto.

Amsterdam, con sus canales, su singular arquitectura y su famoso Barrio Rojo es igual de bella, contradictoria y estimulante a 25 grados pero su programación cultural de los meses de verán la hace aún más interesante. La primera gran cita es el céntrico parque Vondelpark, donde desde principios de este mes de junio y hasta finales de agosto se celebra el Festival de Teatro al aire libre. Su programación incluye danza, música clásica y otras artes escénicas de las que disfrutar totalmente gratis.

Tampoco hay que gastar nada para participar en el conocido como Uitmarkt, que arrastra cada año a más de 500.000 visitantes y que se celebra la última semana de agosto. Su encanto reside en que se puede asistir a una representación de fragmentos de los conciertos y espectáculos que pasarán por la ciudad durante el año y en el que se dan cita miles de artistas. El tercer gran evento es el conocido Festival del Canal (www.grachtenfestival.nl), que se lleva a cabo en agosto sobre unas plataformas instaladas en los canales de los barrios más céntricos mientras el público se acomoda en barcas.

Amsterdam, en definitiva, no descansa en verano -desde hace 30 años los africanos y antillanos que residen en Holanda celebran su propio festival (Kwakoe) y los canales se tiñen de rosa con la celebración del Gay Parade en agosto- y tampoco lo hacen sus museos y miles de monumentos y construcciones de alto valor histórico. La Casa de Anna Frank, el Museo Vincent Van Gogh, el Rijkmuseum o el Mercado de las Flores son también lugares de peregrinación para los turistas que, eso sí, en esta época pueden incluso llegar a bordo de uno de los coches de caballos que se alquilan en la Plaza Dam, frente al majestuoso Palacio Real.

Cambia la estación pero no el hecho de que la bicicleta es el medio de transporte que manda en la capital holandesa, algo que no hay que olvidar si se alquila una o si se pasea por el centro.

Amsterdam

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