Chanclas o cómo entrar con mal pie en el verano

Salud-Podología

El uso de este tipo de calzado debe limitarse a la playa, piscinas y duchas públicas para evitar afecciones dérmicas

Al tener una forma plana tiene pobre soporte plantar.
Al tener una forma plana tiene pobre soporte plantar. / M. G.
S. V.

21 de junio 2018 - 13:17

La llegada del verano trae consigo la liberación a la hora de vestir. Y es muy habitual ver a muchas personas, sobre todo los jóvenes, que utilizan un calzado inadecuado como complemento veraniego. Las chanclas son las preferidas por los más jóvenes en época estival. Y según Beatriz Hernáez, podóloga del Hospital Vithas Nisa Sevilla, "el uso de las chanclas debe limitarse a la playa, piscinas y duchas públicas, para evitar afecciones dérmicas".

Actualmente se considera un calzado de moda, pero no nos olvidemos que ya se usaba en la época de los faraones. Tras la Segunda Guerra Mundial, los militares las llevaron como suvenires a los Estados Unidos para que las mujeres las usaran en casa, pero viajaron con el nombre de Jandanls. A partir de los años 60 una empresa brasileña, Havaina, comenzó a fabricarlas de goma.

Doble de contras que de pros

Este tipo de calzado genera el doble de inconvenientes que ventajas. No es adecuado para realizar largas o cortas caminatas, ya que se dan pasos muy cortos, arrastramos el pie y el tobillo realiza un esfuerzo mayor. Al no llevar sujeto el pie se genera un desequilibrio, por lo que aumenta el riesgo de caídas y esguinces.

Pueden producir heridas entre el primer y segundo dedo, debido al roce con la tira que sirve para sujetarla. Además, generan un estiramiento de la fascia plantar, causando inflamación, dolor y cansancio. Al tener una forma plana tiene pobre soporte plantar.

Beatriz Hernáez, podóloga del Hospital Vithas Nisa Sevilla.
Beatriz Hernáez, podóloga del Hospital Vithas Nisa Sevilla. / M. G.

No es aconsejable realizar actividades deportivas y está prohibido su uso en la conducción. Pueden producir dedos en garra, por inadecuada sujeción y la modificación del patrón de marcha, con las consecuencias biomecánicas que puede conllevar.

El pie está desprotegido, y, por tanto, muy expuesto a agentes externos. En personas más susceptibles, como por ejemplo las diabéticas, que a menudo sufren una inadecuada circulación en sus pies, cualquier herida puede conducir a graves complicaciones.

Pero no todo son inconvenientes para este tipo de calzado. Los pies pueden transpirar y afecciones como uñas encarnadas y pie de atleta se curan más rápido si el pie se mantiene fuera de un entorno estrecho y húmedo que nos proporciona el calzado cerrado.

Algunas ventajas

Presentan facilidad para calzarse y protegen la planta de los pies de la arena caliente de la playa, además es un calzado de fácil limpieza.

En resumidas cuentas, "este tipo de calzado tiene una utilidad muy concreta y debe evitarse su uso inadecuado, ya que las ventajas pueden transformarse en patologías del pie a medio y largo plazo", añade Hernáez.

stats