Vinos y restauración

Cuenta atrás para el II Máster en Sumillería de Gastromiun

Una sumiller comprueba la capa de un vino tinto.

Una sumiller comprueba la capa de un vino tinto. / D.S.

Queda menos de un mes y aún queda alguna plaza vacante para el Máster en Sumillería, Enología y Gestión de Bodegas 2023/24, que la Escuela Internacional de Gastronomía Gastromiun y la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Sevilla imparte por segundo curso y que dará comienzo el 20 de este noviembre.

El madrileño Rafael Bellido, presidente de la Federación de Andalucía de Sumilleres y también de la sevillana, ya cuenta con la experiencia del primer año como Director Académico del Máster: “Va muy bien, como el primer Máster fue un éxito, los mismos ponentes y alumnos que estuvieron han hecho una gran promoción y la verdad es que hay mucho interés y demanda, sigue viniendo gente de toda Andalucía y paradójicamente, de donde menos proceden los alumnos es de Sevilla. Viene mucha gente de fuera”.

No sólo conservan a la gran mayoría de ponentes que integraron su extenso y variopinto programa, como Ferrán Centelles o José Peñín, sino que incluso habrá novedades: “Por ejemplo trataré con Pitu Roca (el prestigioso sumiller de El Celler de Can Roca) a ver si se puede bajar. De momento mantenemos casi todos los ponentes del pasado curso y ampliamos”.

El curso pasado ya llamó la atención a nivel nacional la solidez del programa. “Somos el Master de España que más ponentes tiene”, remarca Bellido. “Para montar un máster, el director tiene dos opciones, o dar él casi todas las horas, o configurar un cuadro de ponentes. En mi caso impartiré clases y haré de tutor, pero sobre todo repartiré el temario entre muchos ponentes para enriquecer los contenidos con numerosos puntos de vista. A diferencia de otros Másters de otros campos, en el caso nuestro es muy importante que el alumno perciba diferentes puntos de vista de diferentes profesionales acerca de una materia concreta. Y que él elija y adopte su propia visión”.

El empirismo al poder, como no podía ser de otra manera: “Nos basamos mucho en catar, se cata muchísimo. Hay mucha práctica, pero también mucha realidad, que es distinto. Puedes hacer prácticas de cómo servir el vino en la escuela, pero el aprendizaje pleno se hace en una situación real. Hay mucha verdad. Hasta llevamos hasta a un mago para que les enseñe a hablar en público y direccionar al cliente hacia donde queremos”.

Aún hay plazas vacantes, el curso, que cuesta 4.750 euros (hay ayudas, becas y facilidades de pago), empieza el 20 de noviembre y serán 500 las horas, 340 de ellas presenciales y 160 no presenciales. El horario, los lunes de 10 a 15 horas y de 16 a 21, y los martes de 9 a 14. Más información en gastromiun.com.

Durante el curso, los 15 alumnos recibirán clases de aromas, aceite de oliva, destilados, coctelería, cervezas, cafés. Y por supuesto, mucho vino. “Sales de aquí con una gran base. Somos uno de los másters con un filtro mayor a la hora de aceptar a la gente, porque van buscando otra cosa y les dejamos claro que por ahí no va a ser. El perfil del alumnado es algo muy importante y queremos que no se confundan, por eso la entrevista de selección. No pocos creían que era un máster para hace vino, y va muchísimo más allá”.

Lógicamente, la experiencia del año inicial servirá para mejorar: “El primer año siempre es un poco más complicado”, reconoce el Director Académico. “Hay imprevistos que ya no van a surgir. Cambiamos de ubicación (Gastromiun se ubica este año en las instalaciones de Heineken España en Sevilla, avenida de Andalucía, tras el acuerdo con Heineken y Fundación Cruzcampo) y vamos a mejorar los timings, como ya sabemos cómo funcionan, cada año se irá mejor. Hemos aprendido mucho de los alumnos y de las cosas que se pueden mejorar. Ellos son nuestros máximos prescriptores”.

Unos alumnos que tienen un estímulo inmejorable: la empleabilidad es del cien por cien. “A la gente que está en nuestro Máster se la rifan, en España y fuera de España. Por ponerle un ejemplo, el año pasado, tres de nuestros alumnos con tan sólo cuatro meses de curso, entraron a la final de somelliers de Andalucía, compitiendo con someliers que llevan 10 o 15 años. Y de ellos, pasó una a la final nacional, la sevillana Ángela Cotrán, que trabaja en el Marbella Club, donde ingresó a partir de empezar con nosotros en el Máster. No me lo esperaba ni mucho menos, ese nivel del alumnado”.

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