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Feria de Abril 2020

La noche del pescaíto en tiempos de confinamiento

Galería resumen de la Feria de Abril 2019. Por Juan Carlos Vázquez

Galería resumen de la Feria de Abril 2019. Por Juan Carlos Vázquez / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Ya lo decía aquella sevillana: Hay un aire diferente al llegar el mes de abril. Este año ese aire no puede ser más diferente. Lejos de estar preparando los avíos para la Feria, ultimando los últimos detalles del traje de flamenca o pensando en qué caseta brindar con manzanilla la noche del pescaíto, los sevillanos se encuentran en sus hogares cumpliendo con un confinamiento que a muchos se les antoja eterno.

Este año no hay Feria de abril, aunque media Feria fuese a desarrollarse en mayo, pero eso no significa que haya que resignarse a no vivirla y conformarse viendo fotos de años anteriores. El que quiere, puede, y si en Semana Santa los sevillanos han demostrado sus grandes dotes de ingenio a la hora de celebrar su semana grande, la Feria no iba a quedarse atrás. Como todo tiene un principio, habrá que pensar primero en cómo celebrar la noche del pescaíto desde casa.

Hacer de casa una caseta

Por mucho que se tire de imaginación, si el entorno no acompaña es difícil meterse en situación. No es que haya que convertir los hogares en la calle más concurrida del Real, pero sí se pueden esbozar pinceladas que recuerden a una caseta. Muchos han descubierto su vocación artística durante este confinamiento, así que pueden aprovechar para, con los elementos que se dispongan en casa, hacer de su hogar algo parecido a la Feria.

Folios y rotuladores es lo único que se necesita. En algunos se pueden pintar las características rayas verdes y rojas, en otros se pueden hacer farolillos y en otros hasta se pueden dibujar los míticos espejos que adornan las casetas. También se pueden utilizar fotos de otras ferias para adornar la casa, como ocurre en algunas casetas. La imaginación de cada uno es libre a la hora de convertir su casa en una caseta.

La mesa, como si fuera Nochebuena

Una vez se tengan preparados lo elementos ornamentales con los que meternos en situación, toca pensar en preparar la mesa. Es normal que después de tantos días encerrados en casa las comidas hayan dejado de ser especiales. Todo forma parte de una nueva rutina y como tal no hay lugar a la excepcionalidad. Hasta hoy.

Si se ha decorado la casa de forma que parezca una caseta, la mesa también puede lucir bonita. No es que haya que sacar la vajilla de Nochebuena, pero, ¿por qué no darle un toque diferente a la mesa? Un mantel distinto al habitual, copas en lugar de vasos y hasta palillos en vez de tenedores.

¿El nuevo rebujito?

La decoración de la mesa es importante, pero más importantes son los alimentos que habrá sobre ella. Lo bueno de la noche del pescaíto es que la gastronomía resulta bastante sencilla. Pescado frito, tortilla de patatas, jamón y poco más. Este año, la opción de freír uno mismo el pescado en casa cobra especial protagonismo. Aunque hay establecimientos como la freiduría Mara (avenida de Llanes, 2) que lo llevan a domicilio. No sólo en la noche del pescaíto, sino durante todo lo que va de confinamiento.

Al pescaíto frito le pueden acompañar la tradicional tortilla de patatas y embutidos varios de los que se disponga en la nevera. Los supermercados permanecen abiertos, pero no siempre disponen de todos los productos que imaginamos. Por eso, se pueden sustituir unos por otros. Lo mismo ocurre con la manzanilla. Por estas fechas es muy habitual ver litros y litros en las estanterías de los supermercados. Este año tal vez sea un producto que no abunde en los supermercados. Si no hay manzanilla, vino blanco, fino o lo que haya. Lo mismo esta cuarentena da lugar a la invención de un nuevo tipo de rebujito.

La indumentaria

Puede que este año nadie haya pensado en el modelo a estrenar en tan señalada fecha. Pero eso no es sinónimo de pasar la velada en chándal. Este año no hay dolor de pies ni la preocupación porque el albero manche los atuendos, así que no hay excusas para sacar de los armarios esos estilismos reservados para ocasiones especiales que nunca llegaron.

Lo bueno de hacer el pescaíto en casa es que los niños pueden participar de la fiesta. Seguro que a ellos también les hace ilusión ponerse sus mejores galas para vivir una noche que nunca antes habían vivido porque estaba reservada para los mayores. El truco para meterse en situación es que no falten los lunares. Ya sea en las corbatas, en las camisas o en los zapatos. Los lunares son sinónimo de fiesta y alegría y, ¿qué es la noche del pescaíto sino fiesta y alegría?

La música, que no falte

La lista de reproducción de Raya Real en Spotify nunca ha tenido tantas reproducciones como ahora. Si antes la gente ya tenía ganas de Feria, ahora está loca por vivirla. Por eso, muchos sevillanos oyen en bucle las míticas sevillanas de este grupo. Aunque también es tiempo de clásicos como Cantores de Híspalis, Amigos de Gines, El Pali, María del Monte o Rafael del Estad.

Es tiempo de rescatar discos, de esos que se tienen en casa y que las nuevas tecnologías han desterrado al fondo de una caja. Los más artistas pueden interpretar sus propias sevillanas y rumbas, siempre respetando la tranquilidad y el descanso del resto de vecinos.

El alumbrao

La noche del pescaíto el momento más especial y esperado es el del alumbrao. Lejos del recinto ferial y con una portada huérfana de bombillas, el alumbrao se puede materializar en los hogares de los sevillanos si éstos lo desean. Minutos previos al tradicional encendido, cada uno en su casa puede apagar todas las luces y algún miembro de la familia, haciendo las veces de alcalde de su casa, darle al botón con el que iluminar las calles de su particular real. Sin los Cantores de Híspalis entonando la tradicional sevillana a los pies de la portada, cada quien en su casa puede convertirse en ese grupo flamenco que da la bienvenida a la semana más alegre de la ciudad.

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