Desde hace un lustro, todos los martes y jueves de 17:30 a 19:30, las instalaciones deportivas municipales del IMD en el C. D. Vega de Triana, en el Charco de la Pava, acogen los entrenamientos de la escuelas mixtas de rugby 15, rugby 7 y rugby-playa. Una iniciativa que, más allá de integrar este deporte en la edad escolar, nació con el fin de ser una actividad inclusiva donde menores de educación especial, discapacitados físicos e intelectuales, pudieran sumarse a este equipo lleno de buenas intenciones, experiencia del club que los respalda y entrena, el C. D. Veteranos Sevilla Rugby, y colaboraciones de asociaciones, entidades deportivas, ONG, centros educativos y empresas –a las que lanzan un SOS para poder seguir adelante con este proyecto altruista que tanto bien hace.

Javier Blázquez y Antonio Ramírez son, además de leyendas del mundo del rugby en Sevilla, los entrenadores de este equipo inclusivo donde juegan menores de edad, con y sin discapacidad, de ambos sexos. Temporada tres temporada, ponen el alma y los conocimientos para promover la iniciación deportiva en esta modalidad, abriéndose especialmente a la participación de niños con síndrome de Down, autismo, asperger, dislexia, déficit de atención, dificultades comunicativas, entre otros trastornos. "En el caso de esas personas, alargamos el límite a los 16 años; incluso mayores en casos puntuales", detallan.

Una escuela inclusiva llena de altruismo 

Escuela de rugby del C. D. Veteranos Sevilla Rugby.

Son múltiples los beneficios que aporta la práctica de este deporte tanto física como mentalmente, "ya que la diferencia entre éste y otros deportes es que en el rugby todo el mundo vale, cada jugador es necesario, con sus características, y todos son útiles para el equipo", reseñan los entrenadores.

El Club Veteranos Sevilla Rugby es una entidad sin ánimo de lucro que se financia con las cuotas de los socios. Todos los entrenadores y monitores colaboran de forma altruista, sin ninguna compensación económica por esta tarea. Todos los fondos de patrocinio se destinan a la adquisición de material deportivo, equipaciones, alquiler de instalaciones, botiquín, gastos de organización de eventos y actividades, participación y a los desplazamientos a concentraciones de rugby gradual. Para su buena marcha, desde el club hacen un llamamiento a la colaboración de empresas o particulares a través del patrocinio que ayuden al mantenimiento de estos gastos.

Entrenamiento de la escuela de rugby en el C. D. Vega de Triana.

La cara más noble del rugby

Desde esta disciplina se pretende educar tanto en la destreza necesaria para la práctica del rugby como en los valores de este deporte: respeto, sacrificio, compañerismo, lealtad, humildad, y mucha diversión.

"Nuestro objetivo es formar personas y jugadores de rugby", destacan desde el club, que ya han abierto una puerta a la integración de personas con diversidad funcional que está dando excelentes resultados con una actividad exigente y física para estos pequeños tan especiales "con sus ganas de disfrutar y su espíritu de superación. Diversión y deporte que evita el sedentarismo con monitores y dinamizadores con entusiasmo por hacer algo novedoso con ellos".

Lejos del halo de violencia y agresividad, el rugby transmite valores como el respeto, el sacrificio o el compañerismo.

Para quien desconozca este deporte puede resultarle atrevido que personas con diversidad funcional participen en equipos inclusivos de esta actividad física y de contacto, pero sus entrenadores desvelan el motivo por el que es aconsejable: "El rugby puede ser complicado en cuanto a las reglas pero no se necesita una habilidad específica por parte de los jugadores, se trata de coger el balón con las manos y avanzar hacia adelante. Todos tienen cabida e integra a todos por igual: personas de cualquier complexión, rápidas y lentas, chicos y chicas... Lejos del halo de violencia y agresividad, su práctica más temprana les ayuda a desenvolverse junto a otros niños, divirtiéndose y sintiéndose parte de un equipo donde existen unas normas y el joven entiende que tiene unas obligaciones para con su equipo".

Así, la respuesta está dada, más allá de lo físico, el rugby transmite valores: "En el campo temes, dudas, sufres... pero siempre hay una mano que te levanta, que te empuja hacia delante, un aplauso que te motiva. El paralelismo entre este deporte y la vida en sí es inevitable, por eso el jugador de rugby los será para siempre mientras viva, y pertenecerá a un equipo mientras viva, ya sean sus compañeros, sus familiares o amigos".

Reconocimiento a las escuelas inclusivas de rugby del C. D. Veteranos Sevilla Rugby, en la Fiesta del Deporte.