La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Nos libramos de pasar vergüenza
En las faldas de Sierra Morena y perteneciente al Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla se encuentra el municipio de Alanís, un pueblo de algo más de 1.600 habitantes que cuenta con una gran riqueza histórica, paisajística y gastronómica dignas de disfrutar.
Alanís se encuentra a 104 kilómetros de la capital sevillana, limitando al norte con la provincia de Badajoz. Su término municipal se asienta sobre una zona de media montaña con amplias dehesas que alternan con bosques donde hay encinas , alcornoques, quejigos o castaños, entre otros, que además se suman a los bosques galería de los ríos. Todo esto da lugar a que en este pueblo haya animales como nutrias, gato montés, ciervos y jabalíes.
El pueblo de Alanís, como núcleo poblacional, es de origen celta y su nombre primitivo se identifica con Iporci. Sin embargo, durante la época romana pasó a denominarse Ordo Iporcensium, aunque las últimas investigaciones están revisando esta adscripción. Tanto su nombre como su asentamiento actual derivan de la época musulmana, donde se conoció como Al-Haniz, un término que significa «fértil» o «tierra próspera». En el siglo XIII, concretamente en 1249, Alanís fue conquistada por Fernando III. Tras pasar por varias manos, en el siglo XIX, en el contexto de la Guerra de la Independencia el castillo que preside la localidad fue reconstruido y artillado por los franceses dada su posición estratétigica, en un lugar elevado desde el que se controlaban todos los alrededores.
La localidad de Alanís, más allá del increíble paraje en el que se encuentra, cuenta con un interesante patrimonio monumental en el que destacan algunas construcciones como el ya mencionado castillo, las numerosas fuentes naturales repartidas por su casco urbano, sus ermitas, o la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. Cuenta con una cueva en la que se esconde una gran piscina natural. Una de sus fiestas más conocidas son las Jornadas Medievales, en las que recrean la historia del pueblo.
De origen árabe y anterior a 1392, esta edificación esta situado sobre un estratégico montículo al sur de la población. Fue atacado por los franceses durante la ocupación napoleónica, quienes dinamitaron uno de sus muros, el suroeste, conservándose las ruinas en la actualidad. Se trata de la edificación más emblemática de Alanís.
Tradicionalmente considerada como la primera parroquia de la localidad, erigida a la sombra y amparo del castillo, sus caracteres arquitectónicos hacen pensar en una cronología de la primera mitad del siglo XIV. A mediados del siglo XIX se hallaba en estado ruinoso hasta que unos años después y por petición del párroco se consiguió restaurar.
La Loma del Aire se sitúa en el límite nororiental del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, a caballo entre dos cuencas hidrográficas: la Rivera de Onza (afluente del río Bembézar) y la Cuenca de Rivera del Huéznar. Aquí sobrevuelan algunas de las rapaces más emblemáticas de la Sierra Norte, como águilas y buitres.
Enclavada en mitad de la naturaleza, este municipio de gran belleza es un destino perfecto para disfrutar de la Sierra Norte de Sevilla rodeados de historia, cultura y una rica gastronomía en la que abundan las carnes de caza, las setas de la zona, los guisos caseros y productos autóctonos como los jamones y los embutidos ibéricos de elaboración artesanal.
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