Una reunión de maestros guitarreros

La tienda Sevilla Musical lleva más de 25 años proporcionando a profesionales y aficionados de la música los instrumentos que les permiten trabajar o divertirse. Hace unos dos años, el negocio pasó a las manos de la empresa Promúsica, que ha comenzado un proceso de renovación de las instalaciones. Uno de los proyectos de la empresa consiste en crear una zona de exposición y venta en su local originario, en la calle Cardenal Spínola, esquina con la plaza de la Gavidia. Como aperitivo, Sevilla Musical ha organizado en el espacio la exhibición Rasgueos del alma, con más de medio centenar de guitarras de artesanía. La muestra , que estará abierta hasta el 5 de abril, se complementa con una serie de charlas a cargo de algunos de los constructores con mayor prestigio de España.

"Nuestra intención es crear una exposición permanente con instrumentos de los guitarreros más importantes", apuntó Sergio Hernández, de Sevilla Musical. Este extremeño lamentó que, en la actualidad, no exista ninguna tienda de este tipo en la capital hispalense: "Si quieres comprar una guitarra de los grandes constructores tienes que ir a los distintos talleres, por lo que cambian las condiciones del sonido y no permiten comparar unos ejemplares con otros".

Mariano Conde fue el encargado de inaugurar las ponencias y acudió ayer a la sede de esta empresa de venta de instrumentos. Este guitarrero, que pertenece a una saga que en 2015 cumple un siglo en el gremio, contó que gran parte de su producción se va a artistas andaluces y explicó que la construcción de guitarras ha evolucionado mucho desde los años 20 del siglo pasado: "Antes eran más pequeñas, porque estaban destinadas a espacios cerrados. Al convertirse en protagonistas de los recitales en salas de concierto, hizo falta un mayor volumen y la caja sonora aumentó su tamaño", contó Conde.

El guitarrero madrileño también habló de su padre, que fue el primero que empezó a fabricar guitarras con tinte rojizo y que trabajó con Paco de Lucía en los años 70. Conde no quiso estar solo en su visita a Sevilla y se rodeó de dos músicos como Raimundo Amador y Pedro Sierra. El primero fue a recoger su instrumento, llamado Antonia. "Tiene el mejor sistema de electrificación que he visto en una guitarra flamenca", afirmó para contar que Antonia tiene un poema en su interior que trata sobre "un gitano canastero, el gitano más libre que hay". Por su parte, Sierra explicó la importancia que tiene la existencia de guitarras hechas a mano y aludió a la relevancia de que el constructor y el intérprete se conozcan: "Antes, el guitarrero sabía cuales eran las necesidades que tenían los guitarristas y hacían los instrumentos a su medida. En la actualidad eso no pasa".

Durante esta semana y la que viene, otros maestros constructores pasarán por la sala de la exposición de Sevilla Musical, siempre a las 17:00. Prudencio Sáenz Marín, guitarrero con sede en Torrent (Valencia), es el encargado de la charla de esta tarde, mientras que mañana será el turno de Vicente Carrillo. El lunes 31 de marzo dará su conferencia José María Vilaplana, de la firma Alhambra, empresa que sortea -en el marco de la exposición- una guitarra artesanal. El constructor sevillano Antonio Bernal clausurará el ciclo el martes 1 de abril.