Un hombre de 55 años -Francisco Garrido R.- murió el jueves en Carcabuey (Córdoba) después de ser atacado por un rottweiler y un pitbull cruzado con rottweiler que unas horas antes se habían escapado de una empresa de la zona. Un hijo de la víctima también sufrió heridas y tuvo que ser ingresado en el Hospital Infanta Margarita de Cabra.

A raíz de estos hechos, la Guardia Civil decidió al mediodía de ayer detener al vecino de Carcabuey responsable de los canes, un hombre de 50 años -J. M. S.-, que prestó declaración ante los agentes. Al cierre de esta edición, estaba en libertad con cargos, a la espera de pasar a disposición judicial. Se le imputa un delito de homicidio por imprudencia y otro de lesiones.

Todo comenzó el jueves por la mañana, cuando el responsable de los animales, que realizaban labores de vigilancia en una quesería de la localidad, denunció que los perros se habían escapado. Los animales llegaron hasta una casa de campo propiedad de la víctima, a la que se supone que atacaron por sorpresa, de manera que poco después murió como consecuencia de las heridas.

Francisco Garrido tenía esta segunda residencia en el paraje El Masegal y acudió a la misma para dar de comer a los caballos. Ante la tardanza, la esposa del fallecido avisó a uno de sus hijos (J. Garrido, de 29 años), quien se personó en la finca poco después. El joven, que encontró a su padre tirado en el suelo, fue también presa de los animales, que le dieron algunos mordiscos. Afortunadamente, pudo salvar su vida al refugiarse en una de las cuadras.En torno a las 22:00 del jueves acudieron a la vivienda efectivos de la Guardia Civil alertados de lo sucedido y encontraron el cuerpo sin vida de la víctima y a su hijo escondido. De inmediato dieron cuenta a los servicios sanitarios, quienes en ambulancia decidieron el traslado del joven hasta el Hospital de Cabra, donde se recupera de sus heridas. Según el entorno de la familia, el hijo del fallecido presentaba heridas de diversa consideración y preocupaba el estado de uno de sus brazos.