Campeón y embajador

La previa

El Sevilla confía en su gen competitivo ante el Zenit para prolongar el sueño de un nuevo título europeo Los nervionenses, orgullosos de representar a su ciudad en plena Feria

El grueso de la primera plantilla sevillista, con Bacca en el centro bien abrigado, se ejercita sobre la hierba del estadio Petrovsky de San Petersburgo.
El grueso de la primera plantilla sevillista, con Bacca en el centro bien abrigado, se ejercita sobre la hierba del estadio Petrovsky de San Petersburgo.
Francisco José Ortega Enviado Especial A San Petersburgo / Francisco José Ortega Enviado Especial A San Petersburgo

23 de abril 2015 - 05:02

Nueva prueba exigente para el actual campeón de la Liga Europa. El Sevilla deberá acercarse a su rendimiento máximo para meterse en otras semifinales de la competición, pues ya se pudo comprobar en la ida que el nivel del Zenit es bastante alto y, además, el líder de la liga rusa podrá disponer de Hulk, su máxima estrella, además del portugués Danny y los laterales Criscito y Smolnikov. Son dificultades añadidas, sin duda, pero que nadie olvide que el reputado Andre Villas-Boas sólo podrá alinear a once futbolistas, ni uno más ni uno menos, y también Unai Emery no tuvo en la ida a su portero titular, Beto, ni al central Carriço, además de prescindir, por voluntad propia eso sí, de Bacca, Vitolo o Mbia, que estaban en el banquillo por decisión técnica.

Quiere esto decir que tampoco hay que exagerar con las entradas en el conjunto ruso de los cuatro sancionados de la ida. El Zenit es un equipazo y lo era también hace siete días en el Sánchez-Pizjuán por mucho que algunos trataran de minusvalorar su potencial por el mero hecho de sufrir esas bajas que son habituales a estas alturas de la competición en todos los equipos. Así volverá a ser cuando a las diez y cinco de la noche, hora rusa, nueve y cinco en España, dé comienzo el choque en el Petrovsky Stadion con la ventaja inicial favorable al Sevilla gracias a los goles de Bacca y Denis Suárez en la ida.

Ésa será la principal baza del conjunto de Unai Emery con vistas a esta devolución de visita. Tener una ventaja de un gol no es cuestión baladí en un fútbol tan igualado como el actual, en el que cuesta un mundo hacerles un tanto a los rivales, incluso a los inferiores. El partido contra el Granada tal vez fuera la mejor prueba en ese sentido de lo complicado que es remontar. Pero también existe el ejemplo contrario de la propia cita inicial de esta eliminatoria, dado que ahí sí volteó el Sevilla el marcador.

Se tire para allá o para acá, lo cierto es que el Sevilla tendrá que salir con toda la cuerda dada al Petrovsky Stadion. Es un partido en el que no vale reservarse de nada y tal vez por ello en el seno de la expedición se apelaba al recuerdo de otros cuartos de final, concretamente los que tuvieron lugar en la Liga Europa 2006-2007, cuando el rival fue el Tottenham Hotspur y la ida concluyó con idéntico resultado después de un encuentro en el que también los ingleses se adelantaron en el marcador y los sevillistas tuvieron que remontar. Precisamente aquel día muy pocos apostaban por las opciones sevillistas, pero nada más comenzar el encuentro, con Cobeño como guardameta titular, sendos goles de Kanoute, uno de ellos adjudicado oficialmente por la UEFA a Malbranque en propia puerta, colocaban un rotundo 0-2 con apenas ocho minutos de partido consumidos.

Aunque sea cierto que en el fútbol no hay jamás dos partidos iguales, ésa tal vez podría ser una buena referencia a seguir. Como también pudiera serlo, y mucho más cercana, la que tenía lugar en los dieciseisavos de final de esta misma competición en el presente curso. El Sevilla llegaba con la idea de sufrir con el uno a cero registrado en el Sánchez-Pizjuán contra el Borussia Mönchengladbach y muy pronto otro autogol, aunque con la participación de Bacca, lo colocaba por delante del marcador. Incluso se siguen insistiendo por estos lares en que el tercero de la Bundesliga tal vez fuera el rival más complicado de todos los posibles.

Son referencias, sin duda, de las ideas que Emery está tratando de inculcarles a los suyos con vistas al planteamiento ideal contra este Zenit, con sesiones de vídeo en el lujoso Grand Hotel Europe radicado junto a la avenida Nevsky incluidas. Como también se pudo leer entre líneas del pensamiento del técnico vasco justo después de disputarse el primer encuentro hace tan poco que todo está aún calentito en el horno. Tras el 2-1, Emery habló de insistir en la vuelta en lo que había funcionado tan bien en la ida. ¿Qué fue lo que mejor había funcionado en ese primer asalto? Pues el toque del equipo a raíz de la entrada de Mbia y, sobre todo, de Denis Suárez tras el intermedio. No sería extraño, por tanto, que el joven centrocampista gallego tuviera ocasión también de mostrar su fútbol en esta ocasión, aunque sea tan complicado entrar en la mente del máximo responsable sevillista a la hora de confeccionar una alineación.

Para empezar, en esta ocasión ni siquiera es seguro quién será el guardameta titular. Beto ya se ha recuperado de su última lesión muscular y su presencia en el banquillo en Granada indica que ya debe estar en condiciones físicas. ¿Será el momento del relevo o el rendimiento de Sergio Rico lo ha hecho acreedor a seguir en el marco? La referencia tal vez se sitúe en la anterior reaparición de Beto, pues Emery contó con el portugués en la vuelta de los cuartos final de la Copa del Rey contra el Espanyol pese a las buenas actuaciones del joven Sergio Rico. Está claro que el titular, a los ojos del entrenador, es el internacional portugués y no sería nada extraño que se produjera un cambio en la portería por muy injusto que pueda ser considerado por quienes creen en el actual titular.

Siguiendo con el repaso a las diferentes líneas, llega el análisis de la zaga y ahí la duda está en conocer el estado real de Carriço. El portugués no oculta que ya está en perfectas condiciones físicas y debe estar junto a Pareja, pues se trata de un elemento indispensable por su liderazgo. Aparte de Tremoulinas, en los laterales también es cuestión de jugar a la lotería a la hora de acertar, pues es imposible conocer si el técnico estima que el Zenit se ajusta más a las características de Figueiras, Coke o incluso Aleix Vidal. A tenor de la ida, éste último, pero...

¿Centro del campo con Krychowiak, Banega e Iborra? En los partidos trascendentales, como Villarreal por ejemplo, suele jugar Mbia si está en condiciones, así que lo único que parece seguro es que el polaco será uno de los tres y a partir de ahí se puede acudir de nuevo a la ruleta de la suerte. En los extremos, Vitolo debe recuperar su sitio y la confianza que tenía antes de acudir a la convocatoria de la selección, pues entonces estaba viendo puerta con facilidad, con goles de tremenda trascendencia para el equipo, y lo más probable es que Aleix Vidal, si no es lateral, esté en el otro costado. Son tantas especulaciones que hasta cansan con la dicotomía que actualmente tiene lugar entre Bacca y Gameiro arriba.

Por muy obvio que sea, lo único cierto es que el Sevilla, como el Zenit, partirá con once futbolistas cuando ya sean las 22:05, una hora bastante extraña para jugar al fútbol en Rusia por mucho que aquí los días comiencen a ser ya bastante largos. Está en juego en otro Jueves de Feria, esa fecha que ningún sevillista jamás borrará de su memoria, la posibilidad de una semifinal europea, otra más, y la ilusión no puede ser mayor en el seno de los profesionales que defienden el escudo de la fe futbolística radicada en Nervión. Si lo hacen con la misma intensidad y competitividad como lo hicieron en la ida, el sueño del campeón debe seguir latente. Sería la mejor manera de seguir siendo el mejor embajador de Sevilla en plena Feria de Abril.

stats