La brasileña Berta Sichel ha sido, durante 11 años, la directora del departamento de Audiovisuales del Museo Reina Sofía. Figura esencial para entender la evolución del arte hecho con medios electrónicos, ha comisariado, junto al director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), Juan Antonio Álvarez Reyes, La idea de América, que anoche se inauguró en el monasterio de la Cartuja. La muestra toma el título del célebre ensayo de Walter Mignolo sobre la expansión colonial europea y coincide con el 20 aniversario de la Exposición Universal de 1992, reavivando de paso algunos de los debates -como la dominación cultural y comercial- que estuvieron en boga entonces. Basta ver las obras de Minerva Cuevas (México, 1975), tituladas New Markets y críticas con la posición dominante de la compañía Telefónica en América Latina, para verificar la actualidad de la propuesta.

Álvarez Reyes ha destacado que esta antología de 16 autores de varias generaciones y países, en la que sólo se incluyen dos andaluces, Federico Guzmán y Chema Cobo, está muy pensada para el lugar donde estuvo enterrado Cristóbal Colón y preparó su segundo viaje a América. Las capillas, atrios, refectorio y jardines dialogan así con los vídeos, dibujos, instalaciones, pinturas murales, esculturas y fotografías que integran la muestra, en cartel hasta el 24 de junio.

Uno de los temas principales aborda el viaje como forma de unión y conocimiento. Entre las piezas más potentes de esta sección se cuenta Vídeo Trans Américas (1977) de Juan Downey, que registra en vídeo el viaje que realizó con su familia por todo el continente, de Nueva York al sur de Chile, mientras buscaba denominadores comunes de identidad entre los pueblos. "Consta de siete pares de monitores idénticos sobre una silueta del mapa de América", explica Berta Sichel, que la adquirió cuando trabajaba en el Reina Sofía.

Desde los años 70 hasta nuestros días, todos estos artistas han intentado, como Mignolo, comprender "cómo nació Occidente y cómo se fundó el orden mundial moderno", apunta Álvarez Reyes. El pasado precolonial revisitado y reinterpretado o las reacciones frente a colonialismos más recientes procedentes del Norte son otros temas que aquí abordan figuras veteranas como Anna Bella Geiger, Michel Auder, el citado Downey, Alfredo Jaar o el mexicano Leandro Katz, cuya inquietante y hermosa serie fotográfica Proyecto Catherwood se reapropia de imágenes del pasado colonial para verificar visualmente el resultado de las restauraciones arqueológicas.

La misma inquietud preside el quehacer de los más jóvenes, como Adriana Bustos (Bahía Blanca, Argentina, 1975) o Mariana Castillo Deball (México D.F., 1975). De la segunda se exhibe aquí la poética pieza con la que participó en la última Bienal de Venecia, El donde estoy va desapareciendo. La compone un dibujo de 10 metros de largo basado en el códice Borgia, documento que viajó desde México en el siglo XVI y que ahora se encuentra en la biblioteca del Vaticano.

La concepción del continente entero y su partición en dos como resultado de las diferentes herencias imperiales europeas son otras motivaciones de varios artistas incluidos en este proyecto. Así, Chema Cobo y su acuarela sobre papel Cartografía de una isla imaginaria (1992), que fue portada hace ahora 20 años de la revista New Observations, o América invertida, de Joaquín Torres-García, un dibujo publicado en 1944 en el libro Universalismo constructivo donde este pionero de las vanguardias reivindica una Sudamérica tan culta como Nueva York o París.

No podía faltar en este conjunto la argentina Marta Minujín, de quien el CAAC ofreció hace dos años su primera muestra en España. Seis fotografías tomadas en The Factory recogen su célebre performance de 1985 con Andy Warhol en la que ella resuelve simbólicamente el pago de la deuda externa a Estados Unidos entregándole al rey del Pop Art mil mazorcas de maíz, "que es el oro latinoamericano y del cual Argentina es exportador", declaró Minujín.