José Joaquín / León

La fachada de Susana Díaz

Las dos orillas

26 de noviembre 2013 - 01:00

NADIE le puede negar a Susana Díaz que ha obtenido un gran éxito personal en el congreso del PSOE de Andalucía. ¿Los socialistas salen reforzados de este congreso? La que sale reforzada es ella, no sólo por obtener un apoyo abrumador, sino porque ya se la ve como una probable sucesora de Rubalcaba, que cada vez está más debilitado hasta convertirse en un estorbo para su partido. Y esto es curioso porque también se dijo que Alfredo había salido reforzado de la conferencia política del PSOE, ilusión en la que pocos días después ya no cree nadie. De momento, Susana ha demostrado tener buena fachada y ser una habilísima estratega, pero le queda por acreditar que sabe gobernar.

Hasta ahora Susana Díaz ha usado las artes del Zapatero más hábil. Aunque unas veces lo critica y otras aparece junto a él, se le nota a Susana que ha aprendido en la Zapatería de José Luis Rodríguez. Este hombre está ahora mal visto, y peor aún después de que su vicepresidente económico Pedro Solbes haya reconocido que descubrieron la crisis en 2007 (no tan tarde como se creía), sino que no fueron capaces de pararla. Pero Zapatero fue bastante listo para ganar unas elecciones internas del PSOE que Pepe Bono creía tener en el bolsillo con el apoyo de Felipe González. Y después ganó las elecciones generales de 2004 al PP contra pronóstico (favorecido de rebote por lo del 11-M) y volvió a ganar en 2008, cuando Solbes estaba descubriendo la crisis y el ladrillo burbujeaba.

El problema de Susana sería que le pase lo mismo que a Zapatero, que tras mostrar sus habilidades en la estrategia interna escaladora y la captación de votos se columpie a la hora de gobernar. Hasta ahora, como gobernanta, Susana no ha demostrado nada en Andalucía, si bien es cierto que lleva poco tiempo. Por el contrario, como estratega ha demostrado que es estupenda, desde que Griñán (hombre tan diferente a su estilo) la colocó en la presidencia de la Junta, pasando por el día que fue al hotel Ritz a darle la estocada a Rubalcaba y ganarse a la caverna de Madrid, hasta desembocar en este congreso, en el que sólo ha faltado que le toquen la Marcha Triunfal de Aida en vez de La Internacional.

Y todas estas pleitesías sin ganar todavía unas elecciones con urnas públicas. En el caso de Susana Díaz, no se ha empezado la casa por el tejado, sino por la fachada. Ahora le queda lo más difícil. Pues no son buenos tiempos para las apariencias.

stats