La ciudad y los días

Carlos Colón

Más que supuestos concretos

TRAS Baena e Isla Cristina, El Cañuelo (Priego de Córdoba): un menor de 16 años ha sido detenido como presunto autor de un delito de agresión sexual a otra menor e inductor de agresiones similares entre varios niños, obligando a sus víctimas -una de ellas menor de 8 años- a mantener juegos sexuales en su presencia. Es el tercer caso de agresiones sexuales entre menores en las dos últimas semanas en Andalucía. Pero cuidado con escribir o decir nada sobre la violencia ambiental, la inducción a la precocidad sexual en una sociedad artificialmente hipersexuada, la conversión de niños y adolescentes en consumidores (de objetos, mensajes, hábitos, etc.), el fracaso educativo, el aumento de familias total o parcialmente desestructuradas, la destrucción (interesada) de referentes éticos o la crisis de la autoridad paterna, escolar y social.

Cuidado con escribir o hablar sobre cualesquiera de estas cosas, y aún más con pedir que se revise la desastrosa Ley del Menor, porque inmediatamente le tacharán de reaccionario si no de fascista. Y habrá de soportar que le digan que es "poco serio" reformar la Ley del Menor "por supuestos concretos" (Enrique Múgica); que "no se puede legislar a golpe de Telediario" (Leire Pajín); que "legislar en caliente" es propio del discurso "demagógico y populista" del PP (Joan Ridao); que se trata de un "tratamiento que de modo superficial se apresuran a ofrecer políticos que pretenden arañar votos de la emoción y de la indignación" (Félix Pantoja, fiscal y ex vocal del CGPJ). Aunque al final la sensatez hace converger a quienes carecen de anteojeras partidistas. Así Félix Pantoja concluye denunciando "realidades sociales que afectan a los chicos (…), como el estado del sistema educativo, el tratamiento que en materia de salud mental infantil y juvenil (…) ofrece el sistema público, la evolución del modelo familiar y los mensajes de banalización de valores que trasmiten los medios de comunicación (…) ante los que la familia puede estar en difícil situación para defenderse… En ese mundo (…) germinan comportamientos de desprecio a los derechos, los sentimientos y el dolor de los demás" (Público, 25-7-09).

Muy cierto. Pero mientras estas cuestiones se abordan (lo que, en el caso de que existiera la voluntad de hacerlo, puede tardar más de lo deseable dada la fuerza de los intereses que las causan) la actual Ley del Menor parece fomentar la impunidad. ¿Cuántos casos más han de darse para que estas agresiones dejen de considerarse aislados "supuestos concretos"? ¿Cuándo se dejará de reducir esta terrible realidad a alarma sensacionalista?

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