El campus de la Loyola se construirá en cuatro fases a partir de enero

La inauguración del núcleo central, que ya tendrá todos los elementos de una universidad, se prevé para 2015 Las sucesivas ampliaciones se acometerán según el número de alumnos

Luis Sánchez-Moliní

26 de octubre 2013 - 05:03

Un campus sostenible, que crecerá modularmente a partir de un núcleo principal, abierto al entorno y a la sociedad donde se ubica, "sin levantar murallas", funcional y con edificios sencillos y fáciles de construir. De esta forma definía ayer el rector de la Universidad Loyola de Andalucía, Gabriel Pérez Alcalá, el campus que, a partir del próximo mes de enero, se comenzará a construir en una parcela de 110.000 metros cuadrados de la zona de Entrenúcleos (Dos Hermanas) cedida por el Ayuntamiento nazareno por 75 años (lo máximo permitido por la ley).

Precisamente, para rubricar la entrega de estos terrenos ayer se reunieron representantes de la primera universidad privada de Andalucía -impulsada por la Compañía de Jesús- con el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano. El acto se aprovechó también para la presentación en sociedad del proyecto urbanístico y arquitectónico del campus, diseñado por Luis Vidal Arquitectos, habituales colaboradores de Abengoa, empresa sevillana que, desde sus inicios, ha alentado el proyecto de los jesuitas (la universidad se ubica provisionalmente el su central de Palmas Altas).

La primera idea en la que hicieron hincapié tanto el rector Pérez Alcalá como los dos arquitectos del estudio que presentaron el proyecto, David López y Marta Cumellas, fue la condición "modular" del campus. Es decir, que tendrá "capacidad para ampliarse, modificarse y extenderse según las necesidades presentes y futuras". El próximo mes de enero se iniciará la construcción del núcleo principal del proyecto, que, tal como indica el rector, contendrá ya todos los elementos de la Universidad: edificio principal, plaza central, zona deportiva, biblioteca, capilla, aulas, despachos, cafetería y todas las dependencias propias de una institución universitaria. La idea es que este primer hito esté inaugurado para el arranque del curso 2015-2016 y que, con posterioridad y según el número de alumnos y las necesidades de espacio, se acometa la ampliación en tres fases que constarán, fundamentalmente, de aularios y despachos. "Con mucha seguridad, la segunda fase se iniciará prácticamente cuando termine la primera. El resto dependerá de muchas cuestiones", aseguró a este periódico Gabriel Pérez Alcalá. Un detalle interesante: la gran plaza central, auténtico corazón del campus, estará presidida por una biblioteca y una capilla (enfrentadas entre sí), siguiendo de esta forma la tradición de la Compañía de Jesús de vincular estudio y oración, razón y espiritualidad.

Otra idea-fuerza del proyecto del campus es la sostenibilidad. De hecho, el estudio Luis Vidal Arquitectos ya trabaja para conseguir el prestigioso certificado LEED, acrónimo de Leadership in Energy & Environmental Design. Se trata de un sistema de certificación de edificios sostenibles, desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council). El espíritu sostenible, inspirado en la arquitectura tradicional andaluza, anima todo el proyecto de campus. Así, todas las fachadas han sido diseñadas según el grado de insolación prevista; se apuesta por el transporte público, eléctrico o compartido; se potencian los espacios iluminados por luz natural y los patios, etcétera. En este sentido, También es interesante la idea del proyecto de disponer de plazas de verano y de invierno, que se consiguen disponiendo los edificios de forma escalonada. Así, en verano se favorece el que unos inmuebles den sombra a otros, lo que unido al uso del agua favorecerá la creación de microclimas con los que combatir las despiadadas temperaturas del estío sevillano. "En invierno, el recorte en planta de las piezas de aulario crea unas plazas que recibirán la radiación en ángulo bajo de esa parte del año, estando asimismo a resguardo de los vientos predominantes durante esta estación", reza el proyecto.

También es importante la idea de que el campus debe ser abierto, tanto al Parque de Investigación y Desarrollo Dehesa de Valme -iniciativa municipal donde se ubica- como al entorno y a la sociedad. "Buscamos la permeabilidad y queremos evitar levantar murallas, que el campus no sea un hito aislado, sino una pieza más que sirva para unir el núcleo histórico de Dos Hermanas con Montequinto", aseguró Gabriel Pérez Alcalá.

stats