El rascacielos acristalado de la Cartuja diseñado por el arquitecto argentino César Pelli que empezó a construirse en el verano de 2007 está acabado en sus primeras 24 plantas de oficinas y sigue a la espera de inquilinos que las ocupen.

La única planta con vida es la primera, donde la sociedad Puerto Triana, que ha pasado a depender de Caixabank, dueña de la torre, ha colocado sus instalaciones. Desde la calle se observan los estores de color gris desplegados en las ventanas del primer piso para detener la entrada de los rayos de sol al interior. Aún habrá que ver cómo responden estas cristaleras al tórrido calor de Sevilla. La propietaria del edificio mantiene que la torre responderá bien al calor al tener cristales tratados y otras medidas idóneas, pero los obreros que han trabajado en su construcción aseguran que en verano las temperaturas que se alcanzan dentro son insoportables.

Las plantas del futuro hotel de la Torre Pelli están en bruto a la espera del proyecto que debe adaptarlas a la normativa autonómica. La instalación hotelera discurrirá desde la planta 25 hasta lo más alto del edificio.

Entre tanto, el aparcamiento subterráneo de 3.000 plazas bajo la torre se ha abierto al público con una oferta muy ventajosa para los usuarios: gratuito durante las primeras tres horas. Fuera de esta oferta los minutos se cobran 0.033334 euros, con un máximo diario de 20 euros. Esta semana apenas había tres motos y un coche aparcados en su interior, pese a los miles de trabajadores que acuden cada día a los centros de trabajo cercanos. La concesionaria Saba ha colocado grandes carteles indicando que está abierto al público (se entra por un solo vial), pero no parece que los reclamos sean suficientes. También se ofrecen plazas para abonados a un precio que no se publicita.

La paradoja es que el parking público está en uso sin que el Ayuntamiento de Sevilla haya esbozado siquiera el plan de movilidad que requiere esta zona por la existencia de miles de plazas de aparcamiento en un enclave que confluye con una de las entradas y salidas principales de Sevilla al Aljarafe y a Huelva.

La comercialización de los 35.000 metros cuadrados de oficinas de la torre se puso en marcha a principios de este año 2015 y corre a cargo de la empresa Servihabitat. En la web de esta sociedad no aparece la Torre Pelli en los buscadores de oficinas en alquiler, posiblemente porque las negociaciones con los clientes se mantienen en privado.

Los espacios de los edificios Podium, anexos a la torre, no se están comercializando aún, asegura Caixabank. En estos inmuebles de altura más baja se está ejecutando el Caixaforum diseñado por el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra con una fachada de aluminio que se diferencia claramente del resto de los elementos de este lugar.

El Caixaforum será una realidad a finales de 2016, según los cálculos oficiales. Ofrecerá a la ciudad un contenedor cultural con exposiciones de arte, festivales de música y poesía, ciclos de conferencias, jornadas sociales, talleres educativos y familiares, y actividades dirigidas a las personas mayores. Esta instalación cultural se construye adecuando la estructura ya existente.

Han pasado ocho años desde que se puso la primera piedra de este complejo de oficinas con espacios comerciales y un futuro contenedor cultural en la Cartuja. Lejos quedan las polémicas con la Unesco y las dudas sobre el impacto de este gigante de casi 180 metros de altura en esta ciudad con edificios Patrimonio de la Humanidad. La Unesco archivó el caso tras el compromiso del Ayuntamiento de proteger aún más sus tesoros más preciados: la Catedral y la Giralda, el Archivo de Indias y los Reales Alcázares.