Entre el rigor y la sensualidad

Birimbao acoge hasta el sábado la nueva exposición de Ming Yi Chou.

El sugerente mural que el pintor taiwanés afincado en Sevilla ha compuesto con hojas de papel milimetrado.
El sugerente mural que el pintor taiwanés afincado en Sevilla ha compuesto con hojas de papel milimetrado.
J. Bosco Díaz-Urmeneta Sevilla

23 de octubre 2014 - 05:00

Trazo, ritmo y color: son los tres valores que destacan a primera vista en la muestra de Ming Yi Chou (Taichung, 1969), el autor taiwanés que, acabados en su país estudios superiores de diseño, completó la licenciatura en Bellas Artes en la Universidad de Sevilla y ha terminado echando raíces en esta ciudad.

Los tres valores que he señalado pueden apreciarse fácilmente en una pieza de extraño título (grupos de letras que, al fin ordenadas, forman la palabra Árbol). Hay en ese trabajo unos delgados y decididos trazos que contienen casi todos los colores del espectro. Puede que tenga sentido asociar a un árbol la figura que entre sí forman esos trazos, pero tiene mucho más interés sin duda comprobar cómo logran establecer un vivo ritmo que por sí mismo, sin necesidad de asociación figurativa alguna, da vida a la pieza y la hace vibrar. En esa vibración colabora también el color: los trabajados matices del verde que cubre casi del todo el fondo poseen una peculiar variedad que a veces afecta al tacto antes que a la vista.

Las líneas anteriores podrían servir de crítica a la muestra si no fuera porque olvidan dos cosas. La primera, que Ming Yi Chou consige esos resultados uniendo en la misma obra técnicas muy diversas: buen conocedor de los procedimientos gráficos (grabado, litografía, serigrafía) los emplea según lo exija la obra y los completa con pintura o dibujo. El otro olvido es un sugerente mural compuesto por dieciséis hojas de papel milimetrado (formato Din A3) que son otros tantos estudios espaciales, trazados con rotulador. Exactas tramas perspectivas, precisas superposiciones de redes geométricas, módulos decrecientes en cuidada proporción, tan estrictas cualidades formales contrastan con la capacidad evocadora del trabajo. Hay en tal oposición, subrayada además por el papel milimetrado, un elemento conceptual, como observaba uno de los visitantes de la galería, porque esta obra manifiesta en suma cómo con soportes de corte racional el trabajo del arte puede cruzar la frontera de lo poético.

stats