Helena Arriaza

Sí, 'Xef'

Pantalla táctil

27 de marzo 2017 - 02:37

Su comida puede parecer más o menos apetecible, su personalidad puede gustar mucho o muy poco, y se puede estar de acuerdo o no con sus salidas de tono. Pero lo cierto es que el chef Dabiz Muñoz es un fiel reflejo de lo que hoy en día significa emprender. Al ver el programa El Xef seguro que muchos se sienten identificados con su pensamiento y modo de vida. El marido de Cristina Pedroche está ya en un nivel bastante alto, ya piensa en abrir en Nueva York tras su triunfo en Madrid y Londres y ha superado muchos obstáculos. Pero sigue encontrándose con los mismos problemas en su día a día que con los que se topan otros que están empezando o que ya llevan un largo camino recorrido como la falta de tiempo, la ausencia de financiación o la desesperación por la tardanza en lograr resultados. Por eso el programa de Cuatro es una buena apuesta, porque demuestra que para que tu empresa llegue a lo más alto (o al menos para que se mantenga) hay que luchar, intentar no perder la motivación, soñar alto, trabajar 25 horas al día y rodearte de los mejores. Y todo eso sin olvidar que hay que sacar tiempo de donde sea para disfrutar de la vida, de la familia y de las aficiones (en su caso el running), algo que permite desconectar durante un tiempo aunque sea mínimo de lo laboral, un factor muy necesario. Como él mismo define su programa, es un formato que "promueve el éxito con sacrificio", un golpe de realidad donde también se ve lo malo, algo que la televisión no siempre muestra.

El tono elevado con el que en alguna ocasión habla a su equipo ha sido muy criticado tras la emisión de los dos primeros capítulos de esta segunda temporada, pero hay que sobreentender la confianza que tiene con su gente y los nervios que causa el querer que todo salga de diez. En cuanto a su ego ¿No se sentiría uno satisfecho de conseguir lo que él ha conseguido? ¿No habría momentos en los que se subiría el éxito al a cabeza? Es complicado que eso no ocurra. Y al final hay que ver más allá de su ego y su carácter, en lo que hay que fijarse es en que para sacar adelante su empresa trabaja más que nadie y está muy implicado en sus restaurantes, algo que no todos los que consiguen tanto éxito hacen. Él no se olvida de donde viene ni de hasta dónde quiere llegar.

Otro de los debates que se ha abierto con la emisión del formato de Cuatro es la elevación de los chefs a categoría de dioses. Hay que intentar no tomárselo como tal. Es normal que haya admiración hacia los chefs exitosos, al igual que la hay hacia los mejores deportistas, diseñadores, cantantes, actores o presentadores. Y El Xef ayuda a entender todo el trabajo que hay detrás de un restaurante de éxito que se puede permitir el lujo de poner sus platos a precios al alcance de pocos. Terminar los domingos por la noche viendo a Dabiz da energía para empezar los lunes, para motivarse y arrancar la semana con ganas, sobre todo para los que estamos en el camino del emprendimiento.

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