Juan Luis Pavón

Hartura de barómetros

PASA LA VIDA

12 de mayo 2009 - 01:00

LA modernización de la sociedad española, más aparente que real en cuanto uno rasca el envoltorio, obligó a equipararnos a los países más importantes en la creación de departamentos de estudios económicos. Una necesidad incuestionable para huir del tercermundismo empresarial, del desapego carpetovetónico a los datos y de la improvisación cañí. Disponemos ahora de un catálogo exhaustivo de indicadores, informes, previsiones, predicciones, proyecciones y extrapolaciones.

No nos falta un perejil de barómetros demoscópicos que se suman a la avalancha de datos y convierten en divisa de cambio tomarle el pulso al más que evidente estado de ánimo a la hora de invertir. Pero en esto, y me refiero a todas las Españas, tampoco hemos pasado de la segunda modernización.

Financieros, brokers, estadísticos y analistas se sentirán como pez en el agua en este sístole-diástole de los balances y los augurios. Una décima de más o de menos les provocará excitación cuando escrutan por dónde andan las magnitudes macroeconómicas. Pero los habitantes de la economía real están hasta los mismísimos de tanta verborrea trufada de obviedades y de correcciones a toro pasado. Qué hartura de barómetros que le dan carta de naturaleza numérica a lo que percibimos de sobra con menos software y más callejeo. Lo que la gente quiere son soluciones. Departamentos de soluciones. Institutos de soluciones. Centros de estudios de las soluciones. Congresos de soluciones. Cumbres de soluciones. Desayunos empresariales con soluciones. Tertulias de soluciones. Telemaratones de soluciones. Académicos de la solución.

A la palestra las empresas de cazatalentos. Hay que chequear si cazan soluciones y solucionadores, o se limitan a recomendar a los más listos de la clase del bla, bla, bla, o a los que se saben las viejas recetas que ya no sirven para los nuevos problemas. Urge nivelar tamaño desequilibrio entre los que contabilizan y los que piensan.

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