Juan Luis Pavón

La Historia por separado

PASA LA VIDA

26 de mayo 2008 - 01:00

EN el mismo Alcázar sevillano donde el Ayuntamiento promueve ciclos de conferencias sobre los tiempos de la II República y la Guerra Civil, la Iglesia española, a través de la Academia de Historia Eclesiástica, ha realizado un simposio sobre La Iglesia en tiempos difíciles (1936-1939). Las sobremesas son de Amar en tiempos revueltos, pero lo verdaderamente difícil hoy en día es que se organice una actividad académica sobre ese periodo histórico y en la misma intervengan historiadores que contrapongan sus diferentes líneas de investigación y fuentes documentales. El mismo defecto tiñe a laicos y eclesiásticos.

Resulta imposible ver en el elenco de ponentes del Aula de Recuperación de la Memoria Histórica alguno de los que participa en el Simposio de Historia de la Iglesia, y lo mismo sucede al revés. El Alcázar se comparte sólo por separado. Desde allí se lanzan los mensajes a la opinión pública, captados por medios cada vez más decantados hacia una sola de las líneas de pensamiento y actuación.

Es muy española la pertinaz tradición de hablar sólo para uno mismo y para convencer a los que ya están previamente convencidos, deseosos de escuchar lo que les reafirma en las tesis aprendidas de carrerilla. El periodo de la transición fue la excepción a la regla. Mientras se montaban las reglas del juego para una sociedad democrática, y se daban la mano quienes no habían podido ni conocerse, el ansia de libertad y de europeización provocó multitud de encuentros y debates. Datos e ideas fluían con mayor facilidad y a muchas personas de uno y otro signo se le cayeron los palos del sombrajo y sus mitos. Hasta que la nueva consolidación y reparto de poderes ha ido cerrando compuertas y retorciendo los altavoces.

No perdamos la esperanza. La duda y la autocrítica volverán a ponerse de moda, así como las terapias de grupo consistentes en acostumbrarse a la incomodidad de escuchar al que piensa de distinto modo y lo documenta.

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