La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El teleférico, el talismán perdido
Había concedido una tregua el dios de la lluvia y estaban muy altos los cielos del Aljarafe mientras sobrecogía cómo doblaba a muerto la campana de la iglesia esperando la llegada del cuerpo de su hijo más preclaro. Gines y el toreo se unían para decirle adiós a Manolo Cortés en una despedida repleta de gente y preñada de intimismo. Los entierros tienen en el toreo un toque personalísimo y el de Manolo en su pueblo contaba con todos sus avíos. Hombres hechos a convivir con la muerte que lloran como lloraba Rafael Torres portando a su compañero y, sin embargo, amigo. O que se tragaban las lágrimas como las contenían Juan Espartaco, José Antonio Campuzano, Pepe Luis o Morante. La tregua concedida por el dios de la lluvia hizo que hasta el sol se asomase a despedir a un torero mientras el ronco vítor de ¡torero! se mezclaba con el tañido de la campana.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Fundación ”la Caixa”
La nueva convocatoria Acción Social en el Ámbito Rural llega a Andalucía
demanda de másteres
¿Cuáles son los másteres más demandados?
PAUTAS SALUDABLES
Cómo estudiar un postgrado y no morir en el intento
Contenido ofrecido por FTEJerez
FTE Jerez: escuela de pilotos y controladores aéreos