La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Madrid no paga lealtades

La violencia, la chulería y los chantajes dan frutos porque en este país parece que sólo se respeta a quien se teme

Con o sin autonomía nos siguen tomando por chuflas, mi arma, graciosos y, sobre todo, políticamente inofensivos. Desde Madrid -donde celebridades socialistas y periodísticas se han complacido en llamar a Susana y los suyos "el clan de los Morancos"- el diario El Mundo ha caricaturizado a Susana Díaz con los atributos de la Macarena para ilustrar un artículo que pretende demostrar su conocimiento de Sevilla perpetrando una inexactitud tras otra al adjudicarnos cursilerías que nunca se han dicho aquí ("la Señora de Sevilla") o afirmar que la Macarena hace estación de penitencia "después de la Hermandad del Silencio y la del Gran Poder, y antes de la de los Gitanos". Por si no estuviéramos sobrados de tontos de las bandas, tontos del costal, tontos de capirote, tontos de las redes o tontos de la heterodoxia, nos faltaba que se sumaran a la zarabanda kofrade los tontos de Madrid.

En parte por culpa nuestra, pero sobre todo de la cobardía nacional que al parecer sólo respeta a quien teme, Andalucía sigue siendo ninguneada. Nunca hemos asesinado en nombre de la independencia de Andalucía como han hecho los terroristas vascos; procurando sufrimientos a los suyos, desde luego, pero también obteniendo beneficios para su "nación". ¿Que decir esto es una barbaridad? Recuerden la histórica frase de Arzalluz: "No conozco ningún pueblo que haya alcanzado su liberación sin que unos arreen y otros discutan; unos sacudan el árbol, pero sin romperlo para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas". Tampoco hemos chantajeado al Estado envolviendo la corrupción en una bandera nacionalista, como hacen los catalanes. ¿Otra barbaridad? Recuerden la amenaza del Pujol acorralado, pronunciada en sede parlamentaria catalana: "Si vas segando una parte de una rama, al final cae toda la rama y los nidos que hay en ella, y después caen todas las demás ramas".

Lo peor es que la violencia, la chulería y los chantajes dan frutos porque, lo repito, en este país parece que solo se respeta a quien se teme, mientras que la colaboración leal con el Estado se paga al precio del ninguneo. Como editorializábamos ayer, en seis años los gobiernos de Rajoy no han invertido ni un euro en los tramos del Corredor Mediterráneo a su paso por Andalucía; un agravio que puede reducirlo a un corredor levantino con la consiguiente marginación de Andalucía. ¿Así espera el PP ganarse la confianza de los andaluces?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios