Manifiestamente mejorable

el microscopio

16 de septiembre 2012 - 01:00

SE había planeado como una puesta de largo sublime pero falló el motivo: la gala artística. La inauguración de Fibes, cuyo edificio es soberbio, tuvo como único punto negro el espectáculo que la dirección de la Bienal avaló para vestir tan importante momento: el homenaje a Camarón fue mediocre. Empezó casi 40 minutos tarde porque el alcalde esperó a la duquesa de Alba -en el anfiteatro tanta demora no sentó nada bien- y los participantes en la gala improvisaron y hasta se olvidaron de la letra de las canciones. Tan sublime escenario -la acústica del nuevo Fibes es perfecta- para tan poca gala. Esta Bienal, más que austera, está siendo desconcertante.

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