Carlos / Colón

'Psoetanic'

La ciudad y los días

08 de junio 2016 - 01:00

TODAVÍA van los dos en la proa del partido, Pedro sujetándola por la cintura tras haberla subido en la barandilla, Susana con los ojos cerrados. Los augures de las tertulias dirían que lo que pretende es tirarla por la borda. Pero no es así. "Sujétate -le dice-, no te sueltes y mantén los ojos cerrados. ¿Confías en mí?" (un momento delicado, ciertamente). "¡Confío en ti!", le dice Susana (mentira, seguro, pero ya se sabe cómo es el cine). Pedro le extiende los brazos hasta dejarlos en cruz (no se ofendan los laicistas). "Ahora abre los ojos", le dice. Y ante su rostro azotado por el aire puro y limpio del progreso se extiende un ilimitado horizonte de cambios que, mientras Celine Dion canta My Heart Will Go On, traerán la igualdad, la libertad y la fraternidad, la desaparición del paro, el aumento de las pensiones, la acogida e integración de los inmigrantes, el fin de la corrupción que solo se da en la derrotada derecha… Y el olvido de los ERE, los cursos y los banquillos ocupados por ex presidentes y altos cargos, como si estas cosas fueran una pesadilla de la que se despertará el triunfal 26-J.

El gigantesco barco socialista, sintiéndose seguro tras más de cien años de travesías, surcará un océano liberado de depredadores financieros, políticos corruptos, derecha troglodita, interferencias clericales y otros escollos y arrecifes que impiden que el PSOE guíe a España hacia la tierra prometida del cambio y el progreso.

Pero de los periódicos se ha desprendido el iceberg de las encuestas. Y estas dicen que Unidos Podemos se convierte en segunda fuerza política con el 23,7% de los votos y 80 diputados, mientras que el PSOE se hunde con un 20,3% y 77 diputados (Sigma Dos para El Mundo); o que Unidos Podemos obtiene el 25,6% y el PSOE el 20,2 (Metroscopia para El País). Si este escenario dejara de ser virtual el 26-J, es posible que se repita el final de Titanic: Pedro, que en las anteriores elecciones obtuvo el peor resultado de la historia del PSOE, se hundiría en las heladas aguas del fracaso; y Susana, bien abrigada en la mantita del PSOE-A, hecha con lana de ovejitas de Grazalema, bogaría camino de la reconstrucción del partido.

Esto, naturalmente, es sólo una simulación, el sueño de un fin de semana de encuestas. Pero… quién sabe. Como se dice en la película: "el corazón de una mujer es un océano de secretos". Y si es el de una lideresa, ni les cuento.

stats