Transitando intimismos y clausuras

Personaje singular, irrepetible, mi dermatólogo de cabecera, ese aristócrata de la Alfalfa que lo mismo te arregla los problemas de chapa y pintura que te plumea con brillo un pensamiento en negro sobre blanco. El doctor don Ismael Yebra, cuando el personal emigra a Chipiona, Matalascañas o Punta coge el portante rumbo a los Lagos de Sanabria. Allí instala su cuartel general para ponerse de románico hasta las cejas con especial incursión por la cosa conventual. No hay un solo cenobio que se le resista a este galeno que se mueve como pez en el agua por su intimismo. Lo mismo se interna en San Pedro de Cardeña que se extasia con el gregoriano de Santo Domingo de Silos como levita en Santa Paula, San Leandro o Santa Inés para ganar autoridad con la que desvelarnos sus secretos mediante Entre monjas y frailes ese libro delicioso que anoche vio la luz de Sevilla.