La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El teleférico, el talismán perdido
La ventana
QUÉ bonita está Triana cuando le ponen al puente las banderitas gitanas. Gitanas como guiño a lo que le pedía decir al personal y que, como regate a la censura, republicanas se convertían en gitanas. Bueno, pues ya está el puente enjaezado a la trianera, a la espera de que mañana se le dé el pistoletazo de salida a lo de los días señalaítos de su Velá. Velás de barrio las haya tantas como barrios, pero ninguna con el trapío que dan la tradición y el escenario, que a ver quién encuentra un sitio más bonito donde instalar las casetas. Con el río de protagonista principalísimo de la fiesta y el caserío de Betis como contrafuerte, el escenario se hace mágico y hasta el penetrante olor de las sardinas asadas tienen su aquél. Desde mañana, una semanita de fiesta en el arrabal y guarda, cucaña, cine en la plaza de Santa Ana, flamenco en el Altozano, mientras por Betis vibra Triana con su Velá, con la auténtica Velá.
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Soy fisioterapeuta y explico cómo prevenir lesiones en la espalda por el peso de las mochilas del colegio