Luis Carlos Peris

La alerta roja se tiñó de verde

desde mi córner

El Betis duró sólo diez minutos en La Rosaleda, dando una sensación de vulnerabilidad ciertamente

30 de septiembre 2012 - 01:00

DECÍAMOS ayer que sobre Málaga se cernía una alerta roja y así fue, tanto en lo meteorológico como en lo que iba a suceder en la rapidísima pista de juego de La Rosaleda. Alerta roja que cayó de plano sobre la cabeza de un Betis que sólo duró diez minutos y que luego dio una sensación de vulnerabilidad de las que no se permiten en Primera División. Ciertamente, el juego fue condicionado por la expulsión de Casto, en una de esas expulsiones que los árbitros deciden según su predisposición y que iba a agravarse con el segundo gol, un bonito gol de Saviola que no debió subir al marcador por fuera de juego del asistente.

Dicho lo cual hay que proseguir redundando en que la vulnerabilidad del equipo de Mel da grima. Continúa terne en eso de jugar como si tuviera a Basora y Gaínza, algo que nadie hace porque todos prefieren poblar el centro del campo para que, al menos, el rival no te coja en superioridad numérica. Ha dicho Mel que hace el juego que más conviene según los futbolistas con que cuenta y eso es así, que cada entrenador debe mirar la pizarra con el cristal del personal que tiene a sus órdenes, pero también digo que esta forma de jugar del equipo bético tiene poco futuro y el poco que tiene es negro, como también digo que Rubén Castro ha de jugar siempre, o sea...

Pasa también que tanto la derrota del miércoles como la de ayer, con sus ocho goles encajados, se puede maquillar bajo la excusa de sendos arbitrajes tendenciosos. Espantoso el primero y poco cariñoso el segundo, con los errores volcados contra el Betis, pero no es pragmático ir de excusa en excusa porque eso, como lo de los extremos estáticos en la banda, es hacer votos por un porvenir oscurito. Por lo pronto ya está el equipo en situación privilegiada en esa clasificación negativa de los más goleados y ojalá sea este macabro doblete un accidente y no el principio de una de esas rachas larguísimas de contratiempos a las que el Betis nos tiene tan acostumbrados.

stats