Luis Nieto

Del gesto de Manzanares a los recortes

En los medios

16 de febrero 2013 - 01:00

EL abono de la temporada 2013 en la plaza de Sevilla tiene como uno de los alicientes más importantes el gesto de José María Manzanares ante seis toros en una de sus tres tardes. El alicantino afrontará este tipo de reto por primera vez en su carrera y ante un público que le entronizó la pasada edición.

El Juli y Perera, castigados el año pasado por varios empresarios, al encabezar el G-10 -grupo de toreros que reivindicó sus derechos de televisión- vuelven este año. El madrileño (cuatro tardes, una de ellas en San Miguel), quien abrió la Puerta del Príncipe en sendos ciclos anteriores, es uno de los revulsivos del abono, al anunciarse en la corrida de Miura. El extremeño es otro de los pilares (con dos festejos en primavera y otro en otoño). Morante, con cuatro tardes y con divisas habituales para las figuras, es el sevillano con mayor presencia.

Independientemente de las preferencias subjetivas por determinados toreros o ganaderías, la programación es de alto nivel. Además de varios carteles redondos -como el del Domingo de Resurrección-, también hay otro gesto del rejoneador sevillano Diego Ventura, quien lidiará seis astados. En otros dos mano a mano (El Cid y Luque, ante victorinos y Antonio Nazaré y Jiménez Fortes, con astados de Pereda) se prescinde, desgraciadamente, de un tercer espada en un abono marcado por su escasez de puestos.

El drástico recorte -cuatro corridas de toros menos con respecto a 2012-, lleva aparejadas varias consecuencias: si por un lado favorece ese mayor número de carteles bien rematados al que hemos aludido; por contra, deja fuera ganaderías de las denominadas duras, en un momento en el que la cabaña brava ha descendido muchos peldaños en su casta. Los hierros de este año -salvo Cuadri, Victorino y Miura- son los habituales para las figuras. Precisamente, ante estas divisas, que suelen lidiarse en el tramo de preferia, aniquilado este año, podían haber entrado toreros emergentes y algunos de los sevillanos que tienen la Maestranza como único escaparate para demostrar su valía. De todos los sevillanos, Esaú Fernández y el apoderado de Manuel Escribano, Roberto Piles, en comunicado a este diario, ya han mostrado sus discrepancias con la empresa. Únicamente Nazaré ha tenido la fortuna de ser incluido. Entre las ausencias más significativas a tenor de lo logrado la temporada pasada, se encuentra la de Iván Fandiño.

Por otra parte, en 2013 habrá un apagón televisivo de los festejos celebrados en Sevilla, tras varios años de retransmisiones. Paradójicamente, Ramón Valencia afirmaba el año pasado que no veía viable la organización de la feria sin televisión. Ayer, Canorea señalaba que sus objetivos son que los potenciales clientes pasen por las taquillas. ¿Tendrá esta decisión una incidencia ostensible para retener la caída en picado del abono en los dos últimos años?...

En resumen y lejos de apreciaciaciones puntuales para cada aficionado, la programación es atractiva en una edición marcada por sustanciales recortes, con todo lo negativo ya apuntado, y en la que Manzanares afrontará el reto más importante de su carrera.

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