CON la de hoy comienzan en el cofre del Paseo de Colón las corridas de puro y clavel, ésas que hacen las delicias de la reventa aunque la reventa no esté como estaba antes, por las nubes. A partir de hoy hacen el paseo los toreros que verdaderamente interesan, los que se han ido abriendo camino hasta escalar a lo más alto del escalafón. Pero en estos tiempos, a esos toreros que tanto interesan les echó un pulso un ganadero y la verdad es que ese pulso lo ganó en muchas ocasiones. El ganadero es un paleto de apariencia, más de continente que de contenido, sólo fachada de cateto en su rostro curtido y surcado de las arrugas que sólo da la vida en el campo y una existencia de sol a sol. Ese ganadero es un tipo listo como el hambre y que, entre otras cosas, le enseñó a sus colegas la ruta del dinero. Esta tarde en la Maestranza, toros de Victorino para tres valientes y una expectación grande para ver cómo son.