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el resto del tintero

Juan M. Marqués Perales

400 millones

Una guía para entender la compleja elección europea de hoy y sus repercusiones en la política nacional y en la andaluza

Son 500 millones de personas, de las cuales 400 millones son electores; son las elecciones más amplias del planeta, después de las de India, aunque su resultado no sea tan concluyente como unos comicios nacionales. Aun así, el Parlamento Europeo, cuyos 751 diputados se vienen eligiendo desde el jueves, contará con más poder en esta nueva legislatura. Primero, porque sin su acuerdo, los gobiernos de los 28 países miembros no podrán elegir al presidente de la Comisión Europea (CE), que es ejecutivo y legislativo a la vez. Y, segundo, porque hay 40 asuntos en los que el Parlamento codecidirá con la Comisión. Pero, además, estas elecciones son como las matriuskas rusas, a cada ámbito, le sucede otro menor: los resultados de esta noche serán leídos en clave nacional, se tomará nota del resultado en Cataluña -probablemente, ampliamente soberanista- y el efecto Susana pasa hoy una prueba real. Ningún sondeo acierta a definir una victoria clara del PP, pero para Rajoy sería un espaldarazo al duro ajuste iniciado a finales de 2011 ahora que se adelanta una incipiente recuperación. En el PSOE, que saldrá tocado por la caída del PSC, en Cataluña, una derrota de más de tres puntos podría llevar a un congreso extraordinario.

Éstas son algunas de las claves para interpretar lo que ocurra esta noche.

Gran coalición

Los europeos eligen a 751 eurodiputados. Según los últimos sondeos, el grupo popular (PPE) -formado por la mayor parte de los partidos conservadores, a excepción de los tories británicos- será el mayoritario, pero seguido a muy poca distancia de los socialistas (PS). Cada uno de ellos debería aliarse con otro grupo, básicamente con los demócrata liberales, para que saliera elegido su candidato a presidir la Comisión Europea. El candidato popular es Jean-Claude Juncker, luxemburgués, y ha sido primer ministro de su país y presidente del Eurogrupo; y el socialista, Martin Schulz, es el actual presidente del Parlamento Europeo. Merkel, la todopoderosa canciller alemana, apoya a Juncker, pero gobierna en su país con los socialdemócratas.

Una opción, de la que más se viene hablando en los últimos días, es que Alemania fuerce una suerte de gran coalición a la europea en el que el presidente de la Comisión sea un personalidad que contente tanto a populares como a socialistas. Un no candidato. Si Juncker queda cerca de Schulz, esta posibilidad tomará fuerza aunque aumentará el déficit democrático de la UE.

La elección del presidente

El Parlamento Europeo debe elegir al presidente de la Comisión el 16 de julio. Pero es una elección peculiar. Es el consejo de primeros ministros y jefes de Estado -el llamado Consejo Europeo- el que consensúa un nombre para presidir la Comisión, que debe ser refrendado por el Parlamento. Sin el apoyo de la Cámara, el elegido no podrá convertirse en presidente, por lo que el Consejo Europeo deberá volver a escoger a otro candidato.

Ahora bien, la historia muestra que no se ha elegido un presidente de la Comisión Europea en contra de la opinión de Alemania y Francia. Hay cinco candidatos de cinco partidos europeos: los dos citados, más Guy Verhofstadt, de los demócratas liberales (ALDE), que será probablemente la tercera fuerza; la verde Ska Keller, y el griego Alexis Tsipras, de la izquierda, el grupo apoyado en España por IU.

¿Comisión sin Arias?

Aunque el presidente de la Comisión sea elegido con la voluntad del Parlamento, los comisarios de cada área, al menos uno por país, son nombrados por los respectivos gobiernos. De modo directo. Otro déficit democrático. No obstante, la personalidad de Juncker y de Shulz adelantan un presidente con mayor autoridad que Durao Barroso. Sin embargo, cada comisario se debe someter al veredicto del Parlamento, que nombra a un conjunto de examinadores. Por eso, el PP comenzó a temer que el probable candidato español para convertirse en comisario, Miguel Arias, pudiera recibir un revés en el Parlamento Europeo por su comentario machista durante la campaña. Arias ha sido criticado por los socialistas europeos e importantes periódicos en Alemania y Reino Unido. Rajoy aspiraba a colocar a Miguel Arias en una vicepresidencia de la Comisión, probablemente la económica. Su valoración sobre su "superioridad intelectual" puede costarle a España un puesto de importancia o a Arias Cañete, el nombramiento.

Para ser comisario no es necesario ser europarlamentario. Es más, Merkel, por ejemplo, era partidaria de que no lo fuesen para no exponerse durante la campaña electoral. Como ha ocurrido, claramente, con Arias.

Xenófobos y otros

No es lo mismo ser euroescéptico o estar en contra de la actual política europea, como le ocurre a la izquierda del GUE/NGL -donde se integra IU o Tsipras-, que estar en contra de la Unión Europea o ser, descaradamente, xenófobo. Hasta ahora, estos partidos carecían de grupo en el Parlamento, pero ahora pueden lograrlo gracias al éxito en el Reino Unido de UKIP, de Nigel Farage, de la francesa Marine Le Pen y de los nazis griegos de Nuevo Amanecer. En Hungría también son muy fuertes los partidos xenófobos y parafacistas.

El eurodiputado, de oro

A pesar del escaso peso del Parlamento Europeo, sus diputados son los mejor pagados del continente. Son 751. Cobran 6.515 euros brutos al mes más otros 4.299 para gastos de oficina y material informático, así como una disposición de otros 21.209 euros para contratar a asesores o encargar estudios de asesoría. Por cada pleno, además, reciben una dieta de 304 euros. Todos los viajes, además, son gratuitos. Su elección de hoy les garantiza cinco años con estas condiciones. España cuenta con 54 eurodiputados, el quinto país de los 28 en representación.

España: abstención

Según todos los sondeos, la opción mayoritaria en España es la abstención. El Gobierno calcula que la participación rondará el 45%; sería más baja que la anterior, del 45,9%. Por debajo del 40%, la elección sería un auténtico fracaso, tan grave que, incluso, convertiría en papel mojado cualquier interpretación que se hiciese sobre futuras elecciones. Tradicionalmente, la abstención en Andalucía es aún mayor: la participación en 2009 fue del 41,39%.

Bipartidismo

El voto sumado del PSOE y PP sobre los electores llegó en 2009 al 80%, una cifra clara que sirve para medir la fuerza del bipartidismo en España. Aunque algunos analistas mantienen que este se resquebraja, es posible que se debilite, pero que su suma no baje del 60%. Entre los partidos más pequeños, los sondeos apuntan a que IU será el que más suba, mucho más que UPyD, que se estancaría, aunque podría haber hasta seis diputados que fueran los únicos de seis formaciones distintas. De las nuevas formaciones, Podemos y Equo son las que mejor se sitúan en las encuestas.

El PP y Arias

El PP de Mariano Rajoy sale vencedor en todas las encuestas. España elige hoy a 54 eurodiputados. La cuestión reside en comprobar de cuánto es esa distancia. En cualquier caso, una victoria del PP hoy, aunque sea por la mínima, supondrá un fuerte respaldo a un Gobierno que lleva aprobando medidas impopulares desde finales de 2011. Rajoy se arriesgó poco en estas elecciones: con Miguel Arias iba, supuestamente, a lo seguro, aunque sus declaraciones sobre Elena Valenciano pueden, si no restarle apoyos, sí estimular votos en su contra a otras formaciones. Una derrota de los populares llevaría a Rajoy a un cambio en su Gobierno.

¿Habrá crisis socialista?

La dirección de Alfredo Pérez Rubalcaba se juega su futuro con estas elecciones; al menos, eso es lo que intentan los críticos. En teoría, el PSOE no debería cambiar a su secretario general y esperar a noviembre a celebrar sus elecciones primarias para elegir candidato a la Presidencia del Gobierno. Una derrota de Elena Valenciano, una candidata de Rubalcaba, supondría un varapalo para la dirección en función de la ventaja electoral que el PP pueda sacarle hoy. Algunos dirigentes consideran que una simple derrota llevaría a la convocatoria extraordinaria, aunque la mayoría piensa que la diferencia debería de ser considerable, de a partir de tres o cuatro puntos. Si es así, los críticos deberían contar con el apoyo de la presidenta andaluza, Susana Díaz, para dar ese paso.

El problema de Díaz es que, ante un congreso extraordinario, ella es la que contaría con más apoyo para ser secretaria general. ¿Problema o solución? Eso sólo lo sabe la presidenta andaluza, que hasta el momento ha huido de pronunciarse sobre el día después de las europeas.

El 'sorpasso' catalán

El adelanto del voto por correo, que en Cataluña ha subido un 45% frente a un descenso nacional, indica que estas elecciones europeas van a tener una lectura plebiscitaria sobre la independencia. Por vez primera, Esquerra Republicana podría obtener más votos que Convergencia i Unió, que se presenta con PNV y Coalición Canaria. De ser así, se produciría un sorpasso, un partido independentistas y de izquierda adelantaría a los soberanistas de Artus Mas. Si ERC obtiene dos eurodiputados, habrá ganado en votos a CiU, porque aunque ésta obtuviera también dos, sería gracias a los votos del PNV y de Coalición Canaria. La derrota de Artur Mas lo obligaría a cambiar de estrategia, aunque el problema sería el del Gobierno español y los partidos constitucionalistas, que se encontrarían con un voto soberanista muy amplio.

El 'efecto Susana'

Los socialistas andaluces confían en ganar las elecciones europeas en la comunidad. "Aunque sea por un solo voto", ha explicado la presidenta, Susana Díaz, con menos de un año en el cargo. Si bien una victoria sería romper la tendencia, una pequeña diferencia -de un punto, por ejemplo- dejaría dudas sobre si el 25-M ha sido un verdadero punto de inflexión. Según los cálculos socialistas, su partido puede ganar en todas las provincias, a excepción de la de Cádiz. La elección de Susana Díaz como presidenta de la Junta ha sido una sorpresa para todos, en Andalucía y, en el resto de España, donde se ha convertido en una de las dirigentes con mayor peso. Por eso, se espera una diferencia mayor, y más cuando compite con un PP sin un liderazgo claro, debido a la escasa proyección que ha conseguido Juan Manuel Moreno Bonilla.

Si la victoria del PSOE andaluz se combina con una gran derrota a nivel nacional, Díaz ganaría más poder de decisión en su partido de cara al lunes 26.

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