Un niño levanta el cartel del Betis

TODO tiempo de penuria encierra algún día, alguna vez, algún motivo de satisfacción. Es como el oasis en el desierto y esto pasa también en ese Betis que duerme a diario con su enemigo. Cuando las malas noticias se suceden sin solución de continuidad, cuando la defenestración del innombrable se demuestra que no es tal y que siempre se encuentra a alguien capaz de hacer de testaferro para que las cosas cambien sólo en apariencia, resulta que un chaval de la cantera ha conseguido que se hable del Real Betis Balompié por motivos meramente futbolísticos, algo que ni se recuerda cuándo fue la última vez que ocurrió.

Se llama el muchacho Ezequiel Calvente, es de Melilla y llegó al Betis con catorce años. Está en la selección sub 19 junto a gente que ya juega en Primera como Muniaín, Canales o Thiago Alcántara y también ha entrado en el gran escaparate gracias a un penalti asombroso y prácticamente inexplicable. Es ese lanzamiento la sensación futbolística en el mundo y gracias a internet, nadie puede decir que no lo ha podido ver, pero es que si no se ve no se cree, no se puede creer que se driblen a las leyes físicas como las eludió Ezequiel el otro día ante la selección italiana. Un lanzamiento tan insólito que ya tiene nombre, la ezequinha.

Sin duda, el apelativo le viene por la reminiscencia brasileña de aquella paradinha que Pelé se sacó de su chistera mágica. Y la cosa es mucho más complicada que dicha paradinha o que lo de Panenka en aquella final de Eurocopa. Correr perfilado para patear con una pierna y darle con la otra es una heterodoxia, una burla a la estática y un culto a la estética, tanto que las entradas en Youtube para verlo son millonarias. Lo que son las cosas, cuando ya ninguno creíamos que el Betis volviese a dar motivos para el elogio, surge un chaval de ese erial abandonado que es su cantera y hace el milagro de que todo el mundo mundial hable del penalti que lanzó uno del Betis.