SEVILLANÍA apenas rancia en la serie de personajes que está desempolvando Carlos Navarro para el recuerdo de una Semana Santa que ya no existe. Personajes, todos sevillanos, que itineran por una infancia ilusionada en el recuerdo de cuando veían la gran celebración de la mejor manera que se ha inventado, de la mano de sus padres. De su padre o de su madre, da igual, pero a ver quién recuerda una manera mejor de ver los pasos, que aún tengo fresca la primera vez que vi aparecer la cruz de guía del Silencio entre los naranjos de la entonces calle General Moscardó. Dirigentes de fútbol, catedráticos, toreros, futbolistas, actrices y algún político de izquierdas que no tiene el menor reparo en declarar que el Cristo del Calvario es prioritario en su vida de sevillano a machamartillo. Personajes que tienen mucho que decir y que, además, lo dicen para mayor lustre y prez de estas gozosas vísperas.