El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, aseveró ayer que el Gobierno central "debe abandonar sus poses publicitarias y aclarar las repercusiones económicas que sus medidas para el pago de deudas a proveedores tendrán sobre los ayuntamientos, ya que, bajo una iniciativa aparentemente positiva, el PP esconde un gran negocio para los bancos".

Para el presidente, los municipios son "conscientes de las dificultades por las que atraviesan los proveedores", pero "en vez de un plan serio para alcanzar soluciones, lo que se está planteando parece más una campaña de partido, cargada de buenas intenciones pero sin ninguna concreción". Así, Villalobos recuerda que "el gobierno anunció primero un plan de 40.000 millones de euros; dos días más tarde eran 35.000 y, finalmente, han concretado que serán sólo 18.000 para entidades locales y el resto, se supone, para autonomías".

El presidente espera que "el plan del Gobierno se presente definitivamente y, sobre todo, que expliquen cómo tendrán que devolver el dinero los ayuntamientos y a qué coste, porque con el plan de ajuste al que quedan obligados los consistorios se les conduce a que se pueda poner en riesgo la prestación de servicios públicos de carácter social que, en la actualidad, se viene realizando desde los municipios". Muchos alcaldes han alertado que el pago de esos créditos sin más financiación del Estado les obligará a retirar ese dinero del pago de las nóminas, a reducir plantilla.

Para Villalobos, "si se siguen manteniendo las premisas del Gobierno, los ayuntamientos y los pequeños proveedores seguirán sin tener solución a sus problemas, ya que el negocio redondo del Decreto es claramente para los bancos". En este sentido, asegura que "el crédito de los 35.000 millones de euros al 5% de interés supondrá una ganancia que puede superar los 11.000 millones y que tendrán que pagar los ayuntamientos y las autonomías".

"Es curioso -sigue afirmando- que un ciudadano puede obtener créditos hipotecarios al 3%, lo que supondría, para esos 35.000 millones unos intereses de 6.500 millones. Es decir, el PP va a entregar a los bancos más de 4.500 millones, sin que estos corran ningún riesgo por impago, ya que éstos quedan garantizados a través del descuento que se hará a los ayuntamientos de su participación en los tributos del Estado, es decir de los impuestos". En último término el presidente expresó su sorpresa, porque el Gobierno, pese a no conocer la deuda total de los ayuntamientos, haya fijado unas cuantías máximas del mecanismo de financiación, con lo que se preguntó cuál será la prioridad de pago si las deudas superan esa cantidad.