El carácter, la mejoría que no lo tapa todo

Dos exhibiciones de raza, espectaculares ambas, han dado otra dimensión al juego del Sevilla de Berizzo, acusado no hace mucho de falta de carácter, de agresividad incluso, sobre todo en sus comparecencias en estadios de fuste. Empezó todo en el Wanda Metropolitano ante el Atlético, donde apareció en liza un equipo plano, siguió en San Mamés y se hizo más grave en esa semana con sendas goleadas consentidas en Moscú y Valencia, para volver luego en el Camp Nou a amagar de forma muy tibia con ese gol de Pizarro que tuvo sólo seis minutos de vigencia.

El caso es que las heroicas remontadas ante Liverpool y Villarreal han otorgado un componente anímico importante a un equipo que, es cierto, empuja más en las segundas partes que en las primeras. Aparte de los 15 puntos (de un total de 25) que suma en la Liga, el empate en Anfield (2-2) también fue gracias a una gran reacción gestada en la segunda parte.

Claro, que esta mejoría tiene otra lectura y en ella subyace la poca pericia que el Sevilla ha exhibido en las primeras partes, sobre todo en sus salidas, ya que no está mal recordar cómo llegaron las victorias también en Getafe y Gerona. El equipo de Berizzo ha sido manejado por sus rivales, que han hurgado en su peculiar sistema defensivo sin que el Sevilla pudiera reaccionar antes de ser golpeado, en la mayoría de los casos de forma repetitiva.

Por poner un ejemplo cercano, en el estadio de La Cerámica encajó dos goles con errores que ya cometió en varias ocasiones durante la semana trágica de Bilbao, Moscú y Valencia. El primero llegó tras una deficiente defensa de un saque de banda del rival (además en campo propio), como sucedió en San Mamés en el único gol del encuentro y como se repitió ante el Spartak en el segundo tanto de los rusos.

De igual forma, el sistema de vigilancias defensivas tampoco funcionó en Villarreal en un córner a favor, origen del tanto de Bacca y también de otro de los goles que anotaron los rusos en el 5-1. Previamente, el Sevilla también había encajado un gol tras un córner a favor en la Liga.