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El yin y el yan del espacio reducido

  • La compactación del Girona genera una superioridad numérica que asfixia al Sevilla y que puede confundirse con fatiga

  • La fórmula ganadora, ganar la espalda a la zaga, aparece lo justo

Sergio Rico detiene el balón bajo palos.

Sergio Rico detiene el balón bajo palos. / Antonio Pizarro

El Sevilla de Montella habrá partidos en los que sea superado, en los que domine, en los que gane sin dominarlos (como ayer) y en los que salga derrotado habiendo sometido a su rival, pero es un equipo vivo, dinámico y en continuo movimiento. El Girona lo asfixió con un estilo muy marcado, de compactación y superioridad numérica continua en la zona de influencia del balón. Pero si uno de los secretos del modelo de Pablo Machín es plantear minipartidos en espacios reducidos en diferentes sectores del campo, el Sevilla supo aceptar el reto y encontró el momento preciso para buscarle la espalda a esa compactación del rival. Igual que Emery hacía en determinados partidos atrayendo al rival con toques en zona de iniciación para sorprender con el golpeo de Kolodziejczak o Tremoulinas y la explosión de Gameiro al espacio, Montella encontró la fórmula con Lenglet y Correa, aunque la casi perfecta ejecución de su plan del equipo catalán dificultó la llegada de ese momento y, sobre todo, dejó la impresión de que mandaba siempre en el juego, porque, de hecho, el Girona mandó.

Defensa

Machín no es que adelante su defensa, es que la obliga a pegarse con su centro del campo, lo que asfixia a los rivales, pero en este caso casi beneficia en teoría a futbolistas como Muriel o Correa. No obstante, salvo en la acción de Lenglet, no apareció ese lanzador que le habría dado más aire y vida al ataque sevillista.

En general, el equipo de Montella no se encontró cómodo en la propuesta de juegos en espacios reducidos del Girona, que usa además un esquema con tres centrales que facilita la búsqueda de superioridad numérica en todas las líneas, pero sobre todo en el centro del campo. El equipo catalán se movía entero, con sus diez jugadores de campo, en una franja de terreno de 40 x 50 aproximadamente, como una alfombra que va moviéndose en el campo según interese, sobre todo en fase defensiva, pero también en ataque estático con el empuje de su defensa incluso en campo rival. Ello incomodó mucho al Sevilla, lo superó y no supo sacudirse esa asfixia, haciendo también que esa falta de salida se pudiera confundir con cansancio muscular, que puede que también, pero que es algo que los miembros del cuerpo técnico que monitorizan el trabajo diario tendrán estudiado y controlado.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía. FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Ataque

La presión con tres hombres arriba del Girona que le permite el 1-3-4-3 con que se dispone obligó al Sevilla elegir la salida en ataque directo y captura de segunda jugada, facetas en la que tanto por los hombres altos del rival como por la acumulación de piezas en el centro del campo, el equipo de Montella salía siempre perdedor.

El italiano, aunque fuera sólo unos minutos tras el descanso, hizo una buena lectura de desarrollo aprovechando la compactación excesiva del bloque rojiblanco, aunque tras el gol volvió a ser superado por ese juego de espacio reducido del Girona sin que el Sevilla encontrara ya apenas la espalda de su defensa.

Virtudes

Sergio Rico. El triunfo es suyo.

Talón de aquiles

Incapaz de nivelar o sacudirse la superioridad numérica del rival.

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