Mercados

China mueve los hilos del algodón

  • El gigante asiático almacena 11 millones de toneladas y ha anunciado una drástica reducción en sus compras. Además, hay un 'stock' mundial que casi alcanza para el consumo de un año entero.

Los algodoneros no tienen buenas perspectivas de precio, dado el enorme stock de fibra que hay actualmente y el anuncio de China de que tirará de sus almacenes y comprará lo mínimo. Y ésta es probablemente una de las razones que han hecho que las siembras de algodón hayan disminuido este año frente las superficies del año pasado. También se ha perdido la ayuda a la calidad. Lo cierto es que en Andalucía, principal productora de algodón de España (99,8%), se han sembrado al menos 5.000 hectáreas menos que el año pasado.

Según un reciente informe del Comité Consultivo Internacional del Algodón (CCIA) se prevé que en este año haya estabilidad en el volumen de la producción mundial, con 26,27 millones de toneladas de fibra, lo que sumado a las existencias (21,51 millones) daría una oferta de 45,80 millones contra un consumo estimado en 24,28 millones; la relación entre oferta y consumo estaría en 1,89 y esto indica que la oferta es casi el doble del consumo; prácticamente existe un stock para un año de consumo. Las proyecciones de este indicador para 2015-2016 lo mantendrían en valores similares.

De hecho, según Emilio Gutiérrez, responsable de algodón de Asaja-Sevilla y miembro del grupo consultivo de la Unión Europea (UE), en Andalucía la siembra de algodón ya terminó y aunque aún no hay datos oficiales de superficies "este año se han sembrado como mucho 70.000 hectáreas, 5.000 mil menos que el año pasado".

Y es que los agricultores llevan ya varios años seguidos de bajo precio y las perspectivas en los mercados internacionales no hacen pensar que la situación pueda cambiar. Según Emilio Gutiérrez, "los precios del año pasado se situaron en torno a 39-42 céntimos de euro por kilo de algodón bruto. Y para la actual campaña 2015, los agricultores ya están asumiendo la idea de que los precios puedan estar en una horquilla de 36 a 39 céntimos por kilo".

Gutiérrez explica que el problema no es que haya aumentado la producción del algodón en el mundo sino que no aumenta el consumo: "La fibra de algodón es más cara que la sintética y la industria textil en estas circunstancias aumenta el consumo de fibra sintética". En cualquier caso, la realidad es que hay un gran stock mundial y que China -que consume el 40% de la producción mundial- ha decidido este año cambiar su política y no seguir comprando sino tirar de sus stocks. De hecho, según este experto, en años anteriores China elevó -de alguna manera artificialmente- el precio del algodón comprando más de lo que necesitaba para mantener el nivel de rentas de sus productores: compraba para que el algodón no bajara de precio y sus propios productores pudieran venderlo alto. Y este año ha decidido cambiar de política. El responsable de Asaja-Sevilla ha señalado que es probable que China recurra a sus almacenes -que ha estado engordado en los últimos cuatro o cinco años- y sólo importe algo menos de 900.000 toneladas esta campaña, lo que se notará en los precios.

Según estimaciones del Comité Consultivo Internacional del Algodón (ICAC), el Gobierno chino tiene más de 11 millones de toneladas en su reserva nacional, que todavía no ha comenzado a vender. Según esta fuente, con el objetivo de impulsar las ventas de su algodón doméstico, China limitará la cuota de importación al volumen requerido bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), unas 894.000 toneladas.

Las siembras mundiales alcanzarán 31,2 millones de hectáreas en la actual campaña, un 7% menos que el año anterior, lo que podría dejar la producción en 23,9 millones de toneladas, el 9% menos, según el ICAC.

Asimismo, otros informes internacionales sobre la situación del mercado del algodón coinciden en que soplan "vientos desfavorables" en cuanto al precio para esta campaña. Esas condiciones se resumen en: una producción estimada mayor del consumo; existencias finales abultadas y con tendencia al crecimiento; una relación entre esas existencias finales y el consumo muy alta (consumo cubierto para 11 meses); una tendencia a la baja en el precio en las últimas campañas, que en los último meses desde mayo de 2014 a febrero de 2015 fue del 24,7%; una tendencia a la baja en las importaciones y especialmente la retracción en las compras por parte de China.

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