"Buena parte del olivar tradicional puede ser más rentable de lo que es"
Victorino Vega. Investigador del IFAPA especializado en olivar y presidente de Arbequisur
Asegura que la recolección mecanizada de la manzanilla ya es posible pero también dice que por sí sola no garantiza el futuro: también hay que tener en cuenta la calidad y la productividad.
VICTORINO Vega es ingeniero agrónomo, una profesión que desarrolla en su vertiente de investigador en el centro Ifapa de Córdoba; y es agricultor, ya que ejerce como olivarero y presidente de la cooperativa Arbequisur de Pedrera (Sevilla). Como investigador, sus líneas de trabajo se han centrado tanto en el diseño de plantaciones de olivar como en la optimización de riegos y sistemas de manejo de suelo. Además también está inmerso en el proyecto de búsqueda de fórmulas para lograr que la mecanización de la aceituna de mesa se pueda extender a todo el olivar de verdeo.
-¿Está ya cerca el día en que sea una realidad?
-Antes de nada, una introducción: estos trabajos se iniciaron en 2001 por iniciativa de Asaja Sevilla, Ifapa e Instituto de la Grasa. Además, en la actualidad, y desde 2008, Interaceituna financia este proyecto, del que, junto al Ifapa, también toman parte la UCO y el Instituto de la Grasa. Por otra parte, la recolección de la aceituna de mesa está ya totalmente mecanizada en algunas variedades, caso de la hojiblanca, que representa aproximadamente la mitad de nuestra producción. Las variedades manzanilla y gordal son las que mayor problemática presentan, y son a las que se le ha dedicado un mayor esfuerzo, sobre todo la manzanilla, dada su importancia. Dicho esto, hemos puesto a punto un protocolo de trabajo en el campo y la industria para la manzanilla que aplicado de forma correcta hace viable su recolección mecanizada mediante vibradores de troncos, con resultados comparables en calidad final de los frutos recolectados de forma manual. Ya hay explotaciones olivareras comerciales, algunas de ellas colaboradoras en este proyecto, que lo están aplicando. Nuestra dedicación en estos momentos es que todos estos conocimientos lleguen al sector lo antes posible mediante un conjunto de actividades de transferencia (jornadas demostrativas en campo e industria, conferencias. manuales, folletos, etcétera).
-¿Se pueden aplicar estas técnicas a todos los olivares de verdeo o sólo a nuevos olivares plantados y cultivados de otra manera?
-La metodología desarrollada es aplicable en cualquier tipo de olivar tradicional intensivo. Existe una experiencia muy limitada a nivel de investigación en olivar en seto, por lo que habrá que esperar todavía un tiempo para ver su viabilidad.
-La aceituna de mesa atraviesa una crisis profunda por los bajos precios de mercado y los altos costes de cultivo. ¿Es la recolección mecanizada la única vía que se estudia para mejorar su rentabilidad o hay otras?
-No toda la problemática de la rentabilidad hay que abordarla bajo este enfoque. La recolección es hoy día la partida mas importante de los costes de producción. En producción de aceituna de mesa, con recogida manual, la recolección llega en ocasiones a representar el 60%-65% total de los costes y el 60%-70% del valor total del producto. Sin embargo, en la rentabilidad también juega un papel importantísimo la productividad y la calidad de la producción. El potencial productivo de las plantaciones y los rendimientos de la maquinaria y personal en recolección en las mismas están muy condicionados por su diseño, sobre todo por la densidad y formación de los árboles (número de olivos por hectárea y número de troncos por olivo), poda de los árboles, disponibilidades de agua (riego y lluvia), calidad de los suelos, época de realización… Por tanto, la recolección mecanizada per se no garantiza la rentabilidad del cultivo. Bajo este enfoque, hoy trabajamos en la optimización del manejo del riego bajo condiciones de baja disponibilidad de agua , en el manejo de la poda con intervenciones menos intensas y severas, acompañado con otras técnicas que mejoren la calidad de los frutos, con la mejora de la práctica de la fertilización en los olivares de secano y riego, con la búsqueda de alternativas varietales para una futura reconversión, etcétera.
-¿Qué mejoras se pueden conseguir con esos nuevos manejos de poda?
-La poda tradicional en el olivar de verdeo es mas severa que la que se realiza en el destinado a almazara, y se ha venido fundamentando en la relación existente entre el número de frutos presentes en el árbol, su tamaño y el precio percibido, y en el rendimiento de los operarios y calidad del fruto recolectado (molestado). Sin embargo, se puede aumentar la producción de los árboles sin que ello conlleve una disminución del calibre de los frutos mediante podas menos severas y menos costosas (la poda ocupa el segundo lugar en el capítulo de costes). La estructura del árbol, número de ramas principales e inclinación juega un papel fundamental a la hora de optimizar la cantidad de fruto derribado por los vibradores (eficacia de derribo), y esto se consigue mediante la poda, preferiblemente en la formación de los árboles durante los primeros años de vida, aunque siempre es posible adaptar árboles adultos. Las podas "ligeras" adaptadas a la recolección mecanizada tan utilizadas en otras zonas olivareras acompañadas en ocasiones mediante prácticas de aclareo químico con ANA pueden ser una alternativa, mucho más económica y con menor dependencia de mano de obra especializada, a los sistemas tradicionales de poda tipo Sevilla.
-Se dice que en la actualidad el 75% del olivar andaluz no sería rentable si no fuera por las subvenciones. ¿Se puede hacer más rentable?
-El olivar es tan diverso que no es fácil dar una respuesta. Hay una parte de ese olivar con limitaciones importantes, sobre todo por pendientes, que hace inviable su mecanización, de baja productividad pero que juega un papel fundamental desde el punto de vista social, medioambiental, paisajístico etc. Sin embargo, hay un elevado porcentaje de olivar tradicional situado en el límite de la rentabilidad que puede mejorar sus resultados económicos mediante la optimización de las prácticas y técnicas agronómicas, y acometiendo las siempre tareas pendientes de este sector del olivar relativas a la comercialización de sus producciones. Es mucho lo que se esta haciendo pero aún nos queda bastante camino. La reconversión también abre la vía a muchas de estas explotaciones para mejorar su rentabilidad mediante cambios de cultivo o arranques y replantaciones de nuevo olivar con mayores densidades de plantación y y adaptadas para su total mecanización.
-¿Debería haber una línea abierta para ayudar a la reconversión de olivares tradicionales por otros modernos?
-No sería la primera vez en la historia que esto ocurre, ya en los años 70 y 80 del siglo pasado se pusieron en marcha planes de reconversión y reestructuración del olivar con el apoyo de la Administración. Otros cultivos cuentan o han contado recientemente con este tipo de ayudas. La reconversión posibilitaría una mejora sustancial de la productividad y competitividad de este sector
-¿Cree que en el futuro se mantendrán los olivares de secano o sólo permanecerán los que tienen algún tipo de riego?
-Continuarán existiendo ambos tipos de explotaciones aunque la amplia mayoría de los olivareros de secano, si tuviesen la opción, sin duda, apostarían por la transformación al riego de sus parcelas ya que el agua es el factor que mas limita la producción del olivar en nuestras condiciones de clima. Esto lo han entendido perfectamente los olivareros en las últimas décadas. En 1990 la superficie de riego en el olivar en Andalucía no superaba las 100.000 hectáreas y hoy es el principal cultivo de regadío con cerca de 580.000 hectáreas.
También te puede interesar
Lo último