Ocho más ocho. Todas las capitales de provincias de Andalucía y el total de las diputaciones. Ése es el objetivo que el PP se ha marcado para las elecciones del 28 de mayo. El secretario general del partido, Antonio Repullo, ha insistido este lunes en que eso es posible, confiado en el "modelo de éxito" de Juanma Moreno y en el acierto de sus candidatos. Después de elegir a la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, para competir en Granada, sólo les falta Cádiz, donde la decisión arriesgada de volver a presentar a la ex alcaldesa Teófila Martínez está ganando peso.

Cádiz se le ha atascado al PP. José Manuel Cossi se podía estrenar como candidato, pero los sondeos favorables a Teófila Martínez, de 75 años y alcaldesa durante 20 años de esta misma ciudad, han provocado que las direcciones nacional y regional estén dudando ahora. No obstante, el PP resolverá la incógnita esta semana. Donde no tienen dudas es en Marbella, donde se volverá a presentar la alcaldesa Ángeles Muñoz, aunque su marido y el hijo de éste están inmersos en una investigación por blanqueo del narcotráfico que instruye la Audiencia Nacional.  

Los populares buscan repetir el éxito de Juanma Moreno en otros ámbitos. El PSOE ganó en Andalucía las pasadas elecciones municipales con 10 puntos de ventaja y las últimas generales con 13, pero el PP se considera con fuerzas para vencer en la cita de los ayuntamientos. Ésta es la más compleja, porque hay que cubrir todo el territorio andaluz, pueblo a pueblo y ciudad a ciudad, son 785 municipios y, por tanto, 785 listas electorales. De hecho, ésta es la primera vez que el PP presentará candidatura en todas las poblaciones de Andalucía.

El PSOE, por su parte, sostiene que ni serán todas las diputaciones ni todas las capitales. El líder de los socialistas sevillanos, Javier Fernández, lo ha expresado ese lunes de este modo: "Si consultan la hemeroteca de 2011 ó 2015 ó 2019 también verán que el PP quería ganar en todos sitios". El PSOE es consciente de que no tienen una marca personal como la de Juanma Moreno y que Pedro Sánchez no es, al día de hoy, un líder popular, pero confía en que sus alcaldes se aíslen del ruido general. Pedro Sánchez abre la batalla de la municipales el próximo sábado en Sevilla, donde presentará, de modo oficial, a Antonio Muñoz como candidato.   

El PP recurre a la fórmula Juanma Moreno para ganar espacios en los ayuntamientos. Y no sólo a nivel andaluz, la elección del malagueño Elías Bendodo como coordinador de la campaña electoral de las municipales también muestra que Alberto Núñez Feijóo considera que lo ocurrido en Andalucía se puede repetir en otros territorios. Pero la apuesta del PP por Moreno también conlleva el riesgo de la sobreexposición del presidente. "Juanma Moreno -ha asegurado Repullo- es uno de los valores del partido, su implicación en las elecciones será total, aunque lo primero es su trabajo como presidente de los andaluces".

El PP está bien situado en los sondeos, pero parece un tanto optimista el objetivo del ocho más ocho. En Huelva, su actual alcalde, Gabriel Cruz, es un dirigente muy sólido, y en Sevilla, Antonio Muñoz, ha protagonizado un buen relevo a mitad de mandato. En un año de ejercicio, ha alcanzado el grado de conocimiento que tuvo Juan Espadas y sobre su rival en el PP, José Luis Sanz, cae la duda de si, realmente, es el candidato de la dirección de Juanma Moreno. La ciudad de Sevilla no está blindada para el PP, pero no es una plaza fácil.

Más complicado aún son para el PP las diputaciones de Sevilla y de Huelva. La circunscripción electoral de las diputaciones son los partidos judiciales, de ellos salen los concejales que forman parte de los plenos provinciales, que es donde se elige al presidente. El PSOE ha gobernado en Sevilla en 72 de los 106 municipios de esta provincia, por lo que perder la diputación sería una derrota definitiva de este partido en Andalucía, Sevilla es más que un símbolo.

Huelva, Cádiz, Granada, Jaén y Jerez tienen alcaldes de izquierdas. Y los socialistas gobiernan en seis de las ocho diputaciones, de ahí que el listón marcado por el PP sea, cuanto menos, alto, lo que nunca ha conseguido desde la Transición.