"He puesto nervioso al PSOE"

Fue un mitin "medio vacío" de José María Aznar en Málaga, allá por el año 90, el escenario donde primero se imaginó Juan Manuel Moreno Bonilla (Barcelona, 1970) emulando las poses de un político conservador, cercano "al voto a UCD y CDS" de su padre, comenta. Después vino hacerse amigo en la facultad de un "grupito", el clan Becerril, decisivo en su vida y su reconocimiento en Nuevas Generaciones, con las que recorrió la comunidad "de punta a punta", pegando carteles y estrechando manos, esa fórmula de cercanía al estilo Javier Arenas en la que se siente cómodo. Comodísimo. Porque a la nueva cara del PP andaluz le gusta el charco en que se ha metido, el liderazgo y repartir sonrisas en la sede del partido y fuera de ella. Por contra, el todavía secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad está molesto -sí, se muestra quejoso antes que contrito- por las lecturas que se ha hecho de su hoja de servicios. "A mí no me han dado ni los 100 días. A mí me han dado palos desde el minuto uno", suelta de primeras. Es miércoles 19, hace sólo una semana que ha saltado a la primera fila.

-Esta sobreexposición es una estrategia intencionada, ¿no?

-Ha sido fruto del interés de los medios. Además una vez que pase el Congreso ya no es tan fácil colarse en los medios nacionales, y había que aprovechar el tirón.

-Si está orgulloso de su currículum, ¿qué necesidad tenía de maquillarlo?

-Soy el hombre más escrutado en 48 horas de la historia de la política andaluza. Ya me gustaría a mí que a otros dirigentes políticos le hicieran el nivel de escrutinio personal, profesional y académico que se me ha hecho. Pero lo entiendo. Cuando uno es un hombre público está expuesto a ese nivel de escrutinio y lo he recibido de buen grado. Ahora las informaciones incorrectas o que no son ciertas, me producen rechazo. Y también me lleva a una conclusión: si en seis días el aparato de propaganda socialista se ha puesto en marcha, algo significa. Significa que el PSOE está nervioso y que mi llegada ha supuesto cuanto menos un elemento de nerviosismo y de tensión.

-Esperanza Aguirre ha sido una de las últimas en apoyar a la teoría del dedo divino y las intrigas que apuntó Dolores de Cospedal. ¿Ha hablado ya con la secretaria general?

-Sí, ayer [por el martes pasado]. Fue una charla normal para fortalecer el partido de cara a un futuro proceso electoral.

-¿Y con Mariano Rajoy?

-Sí, estos días. Pero lo vuelvo a explicar, dedo divino nunca hay. Soy miembro de un Gobierno y tenemos que ser cesados en el Consejo de Ministros. Por responsabilidad, no podía presentar una candidatura sin el conocimiento de la persona que me tiene que llevar a ese cese. Lo único que hice fue pedir ese plácet al presidente del Gobierno. La candidatura la presenté yo. Ni hablé antes, ni justo después.

-¿Cuándo se plantea por primera vez que reúne el perfil para presentarse en una plaza tan complicada como ésta?

-Acariciaba esa idea hace seis meses. Había muchos medios que entre las distintas posibilidades incluían mi nombre. Afortunadamente, el PP tiene una de las mejores canteras de España y había un ramillete de cinco o seis personas perfectamente preparadas para liderar el partido. Después de una reflexión profunda, llegué a la conclusión de que podía ser un buen presidente para el PP-A.

-Entonces, si seguramente existían perfiles con un perfil académico más amplio que el suyo, ¿qué lo colocaba a usted por encima de los demás?

-Vamos a ver. Lo de perfil académico ya lo he hablado y hay un currículum colgado en la página web del Ministerio. Y no hay ningún problema. Yo no tengo un perfil académico inferior ni superior a nadie, estoy en la media del 27% de los andaluces que tienen una titulación superior universitaria. Ni mejor ni peor, en la media. Por lo tanto yo pensé que era un buen candidato o pensé que puedo ser un buen presidente con el apoyo siempre de un gran equipo. Porque esto es un proyecto muy ambicioso y muy amplio. Jamás me hubiera lanzado si no supiera que tenemos un partido ganador de gente muy plural y muy sólida. En definitiva, un equipazo para liderar un partido.

-¿Es un candidato de largo recorrido?

-Sí. Yo me quedo en Andalucía para siempre. No voy a hacer como el señor Griñán o el señor Chaves que se van a ir por la puerta de atrás. Yo voy a ser presidente de la Junta de Andalucía. Tengo el firme convencimiento. Y lo digo por varias razones: este partido es el primero de Andalucía, ha ganado tres procesos electorales consecutivos, gobierna prácticamente para el 60% de la población andaluza. Tenemos todo para crear una alternativa creíble. Y el futuro del PP es la alternancia y sobre todo el cambio de las políticas en Andalucía. El PP es un instrumento para cambiar aquellas partes de la sociedad andaluza que no funcionan.

-¿En qué le beneficiaría a usted un adelanto electoral?

-Mi irrupción en la vida política andaluza -en la que yo ya estaba porque llevo en la Ejecutiva regional de mi partido desde el año 95-, ahora en la primera línea, ha supuesto dos cosas: una, que la maquinaria de propaganda empiece a atizarme, porque no he tenido ni 48 horas de margen; y dos, han empezado los nervios en el partido socialista, el cálculo y la táctica electoral. El PSOE ahora mismo, lo niegue quien lo niegue, está en el cálculo de lo que le puede beneficiar electoralmente en los próximos meses. Y por lo tanto está pensando para sus intereses, no para los andaluces, si le conviene convocar en septiembre o en noviembre. Pero que va a haber adelanto electoral, le aseguro que sí.

-¿Tan cerca lo ve?, ¿en otoño?

-Estoy convencido de que podemos tener un proceso electoral en otoño y lo que estoy claramente convencido es que no llegamos a final de la legislatura.

-El propio vicepresidente Valderas ha comentado al respecto.

-No se lo cree nadie. Y no lo creo por varias razones: es un Gobierno que no tiene pulso, no tiene iniciativas nuevas, no hay renovación de proyectos, la gestión hace aguas en materias tan sensibles como Sanidad o Asuntos Sociales... Es un Gobierno totalmente inoperativo que viene arrastrado por una ola de sospechas permanentes sobre su gestión y la de muchos altos cargos del Ejecutivo. Y es un Gobierno maniatado, noqueado y con una presidenta más pendiente de lo que pasa fuera que aquí.

-Si fueran tan pronto, a usted no le conocen los andaluces.

-El PP está perfectamente preparado. Se debe a la gestión de Juan Ignacio Zoido, como presidente, y José Luis Sanz, como secretario general, que han tenido un partido engrasado y por tanto el PP está perfectamente preparado para afrontar una cita electoral. No tenemos ningún miedo a ninguna fecha. Lo que queremos es que la señora Díaz y su Gobierno sean claros, no podemos tener un Gobierno en permanente inestabilidad. Y eso se traduce en una pérdida de inversiones, de puestos de trabajo, de empleo. Le pido a la señora Díaz que hable nítidamente a los andaluces. ¿Cuál es su modelo de gestión para lo que resta de legislatura y cuándo va a convocar elecciones?

-En su presentación dijo que las cosas están maduras cuando están maduras. La sucesión en el PP-A se puede calificar de todo menos de madura, responsable.

-En los partidos políticos cuando se inician etapas nuevas, y ésta lo es, se producen situaciones de espera, informativamente de excitación, donde todo se está mirando, se sigue la pista a cualquier dirigente político, y eso es lo que hemos vivido en los últimos meses. Pero como decía, las decisiones se toman cuando están maduras. Ahora era el momento propicio para un congreso regional.

-En su primer día de tour andaluz, se interpretó que pidió la dimisión de Susana Díaz y del vicepresidente. Escuchando el audio, no dijo eso pero sí planteó una comparativa con el caso del Parlamento navarro.

-A mí no se me ocurriría pedir la dimisión de la señora Díaz con cinco meses de gestión. Si hace alguna barbaridad, que sea absolutamente imposible mantener, no dude que lo pediría. Pero no era por eso. Pedí congruencia en el PSOE. No se puede pedir la disolución de las cortes de Navarra o la dimisión de la señora Barcina porque hay sospechas de la ex consejera de Hacienda y que aquí haya toneladas de sospecha en distintos dirigentes y consejeros, incluido, el vicepresidente del Gobierno y que la señora Díaz no diga nada. El PSOE debería trasladar a Andalucía la tesis que plantea en Navarra.

-Dónde debería estar el límite para pedir una dimisión política: ¿en la apertura de una investigación, en la imputación o al sentarse en el banquillo de los acusados?

-Yo vengo a Andalucía a intentar mejorar el nivel de vida de los andaluces. Mi interés es no generar inestabilidad, bastante hay con un Gobierno bipartito, en minoría, que perdió unas elecciones, en el que se habla más de adelanto electoral que de los problemas de los andaluces. Pido responsabilidad, claridad y coherencia. Es lo que pedí el otro día. Y desgraciadamente no veo esa respuesta por parte de la señora Díaz.

-¿Qué espera de la instrucción de los ERE?

-Que aporte luz y sobre todo transparencia a uno de los mayores escándalos de corrupción de la democracia. Ha hecho tambalearse al Gobierno andaluz y que dos presidentes de la Junta hayan tenido que huir de Andalucía. Estamos ante un hecho gravísimo por la cuantía económica que se quita a desempleados. La Justicia es verdad que es lenta y que los ciudadanos nos exasperamos pero la Justicia siempre llega y más temprano que tarde llegará sentencias que van a aclarar este gravísimo entramado que ha salpicado a todas las instancias de la Junta y por tanto del PSOE.

-Otro de los grandes escándalos recientes ha sido la trama Gürtel. Su nombre, según algunas informaciones, aparece vinculado a los sobresueldos del PP.

-Yo tengo declaraciones de la renta absolutamente claras y transparentes colgadas todos los años en el Congreso de los Diputados. Jamás, ni siquiera en un sumario, mi nombre ha estado relacionado con nada que tenga que ver con el Gürtel. Por tanto, es parte de la campaña de difamación e intoxicación hacia el PP de Andalucía.

-Habla de orquestación informativa. ¿Cuál es su estrategia?

-Lo primero es aclarando todas las informaciones, máxima transparencia en mi ámbito personal, privado y público, y sobre todo trabajando por los andaluces. Al final esto son estrategias para que el PP-A se distraiga de lo que debe ser su objetivo, que es sacar a Andalucía del furgón de cola del desarrollo y el crecimiento económico de España. Y no nos vamos a distraer por mucha maquinaria que se emplee, construida después de tantos años de Gobierno socialista.

-Sobre las personas que le van a acompañar en esta nueva etapa. El primer día apuntó que José Luis Sanz sí estaría en la Ejecutiva del PP-A. ¿Estará?

-Sí. Seguro. Es uno de los dirigentes políticos más destacados del PP-A. Va a tener espacio y ámbito de actuación en la nueva Ejecutiva que salga de este 14 Congreso.

-¿Ha querido el PP desvincularse de un candidato que tiene tres de sus concejales en el Ayuntamiento de Tomares imputados?

-Yo estoy absolutamente convencido que no tiene nada que ver. Al final la decisión de José Luis está más en el ámbito privado. Él podía presentar una candidatura y de hecho tenía avales suficientes y al final tomó una decisión de no presentarse y apoyar la mía.

-Zoido, el otro dirigente en liza en esta historia. ¿Quién es su hombre en el Ayuntamiento de Sevilla?

-¿El suyo?

-No, el de usted. Su hombre de confianza allí dentro.

-Sin duda alguna el alcalde. Conozco ya a Juan Ignacio hace más de 10 años, siempre he mantenido una relación muy fluida, muchas conversaciones cargadas de sensatez con el objetivo fundamental de mejorar el PP-A. Es un gran aliado y vamos a trabajar codo a codo por el bien de los intereses de Sevilla.

-Pues no pocas voces de su entorno hablan de que se ha quedado tocado de esta historia.

-Hablo muchísimo con Juan Ignacio. Y lo he visto como siempre. Agradable, positivo, con ganas de hacer cosas. Desde luego tiene todo el cariño de los sevillanos y de todo el PP-A que está muy orgulloso de que hayamos tenido este presidente del PP-A este año y medio.

-Sobre su proyecto para el Parlamento andaluz, ¿seguirá siendo Carlos Rojas el portavoz del Grupo Parlamentario Popular?

-Hay un grupo muy potente, mezcla de experiencia y juventud, hay ilusión. Estoy plenamente satisfecho de nuestro grupo y especialmente de nuestro portavoz. No me planteo ningún cambio.

-El gran nombre: Javier Arenas. ¿Qué significa en su carrera?, ¿Se va a apoyar en él a la hora de configurar el nuevo escenario del PP-A tras el Congreso?

-No hay ni un sólo afiliado o dirigente del PP-A que no tenga palabras de admiración y afecto hacia Javier Arenas. Ha representado la construcción de una alternativa real. De convertirnos en lo que somos hoy día, un partido ganador. De convertirnos en la alternativa de Andalucía, que ganó las autonómicas, generales y que gestionamos de manera directa prácticamente al 60% de la población andaluza. Hablar de lo que ha pasado en el PP-A en los últimos años es hablar de Javier Arenas. Le tengo mucho afecto y por supuesto en este proyecto político todo el mundo tiene su espacio. Ahora, este proyecto político también es una nueva etapa. También lo digo.

-Hipótesis: gana las elecciones pero sin mayoría absoluta, como en 2012. Ahora las encuestas sí contemplan la entrada de nuevos partidos como UPyD o incluso Ciutadans. ¿Hablaría con ellos de fórmulas de Gobierno?

-Mi aspiración básica es conseguir la mayoría suficiente. No me planteo otro objetivo porque ésa es la aspiración de cualquier partido y sobre todo de éste, que es un partido ganador, un partido de mayorías. Ahora sí es cierto, que si contemplamos las encuestas, con toda la distancia con la que hay que hacerlo porque no estamos en un momento electoral y existen bolsas de abstención muy altas, sí es posible que se incorpore al panorama político parlamentario algún partido nuevo... Lo que sí estoy observando desde luego es que el efecto Susana no sólo no ha tenido un efecto positivo, sino que ha tenido un efecto negativo para el PSOE.

-No dice lo mismo el último Egopa (Estudio General de Opinión Pública de Andalucía).

-Sí, pero en términos de voto ha habido un retroceso de los intereses del PSOE de la última encuesta a la actual. Ha perdido afecto y apoyo de los socialistas cuando se ha incorporado una figura como Susana. Hay mucho autobombo alrededor de la figura de la presidenta y la Andalucía real lo que demanda son soluciones y no marketing político.