La suma de la borrasca Emma con una marea con un coeficiente de 106 se convirtió ayer en una bomba que arrasó las playas de Cádiz. El temporal las engulló. Las olas, de hasta siete metros, causaron graves destrozos en la capital en el paseo Fernando Quiñones y en la entrada de la Punta de San Felipe. El mar llegó a la calzada del Campo del Sur y provocó inundaciones en el Paseo Marítimo en los alrededores del Hotel Playa Victoria. Los chiringuitos fueron los grandes perjudicados ya que sufrieron embestidas letales del mar contra las que nada pudieron hacer las barreras preparadas por su propietarios.

Los daños más graves se produjeron durante la madrugada. En la entrada de la Punta de San Felipe, junto a la muralla de San Carlos, se cayó al agua parte del murete por la virulencia de las olas, que llegaron hasta las inmediaciones del IES Náutico. El acceso al paseo Fernando Quiñones quedó cerrado por el desprendimiento de un trozo de la muralla.

Las zonas costeras del Atlántico sufren los estragos más graves por las olas y el viento

Al resto del litoral gaditano no le fue mejor. La pleamar devastó las playas, principalmente las de Conil, Barbate, Conil y El Puerto de Santa María. En Conil fueron suspendidas las clases en los colegios. Localidades del interior como Vejer y Medina Sidonia también sufrieron daños cuantiosos. Algeciras también fue muy castigada: las principales incidencias recayeron sobre colegios en los que se registraron desprendimientos con algunos alumnos heridos leves.

En Huelva, Emma causó estragos a lo largo de todo su litoral. Las playas más afectadas son las de El Portil, Nuevo Portil, La Antilla e Isla Cristina, aunque tampoco se libraron de la embestida del temporal, con olas de hasta siete metros y fuertes rachas de viento, las de Islantilla, Isla Canela, Mazagón y Matalascañas. Inundaciones, desprendimientos y destrozo del mobiliario y en numerosos chalés jalonaron toda la costa onubense. El Ayuntamiento de Punta Umbría pedirá ayudas al Gobierno y que se declare la playa de El Portil como zona catastrófica. "Los daños superarán el millón de euros", se aventuró a calcular la alcaldesa, Aurora Águedo.

En la playa de La Antilla la pleamar pasó dos líneas de viviendas y varias casas en primera línea de playa quedaron muy afectadas, así como casetas y torres de vigilancia. El alcalde de Lepe, Juan Manuel González, informó del realojo en el polideportivo municipal de más de un centenar de inmigrantes de los asentamientos chabolistas. Otros 60 fueron trasladados al campo de fútbol Ciudad de Lepe. El temporal también afectó a las zonas de cultivo de la fresa en Lepe y Cartaya.

En Málaga, Emma azotó el interior, principalmente la Serranía de Ronda, Jubrique y Cortes de la Frontera. El centro metereológico del aeropuerto recogió 90 litros por metro cuadrado. En Rincón de la Victoria fueron cerrados los túneles de El Cantal al producirse desprendimientos. En la capital las olas volvieron a atacar con virulencias las instalaciones playeras.

Los efectos del temporal también se sintieron con intensidad en Córdoba, con más de un centenar de avisos en el centro de coordinación ha atendido más de un centenar de avisos, la mayoría en la capital. En Granada se atendieron en 23 incidencias. Emma fue más benevolente con Almería, mientras que en Jaén fueron numerosos los avisos por desprendimientos de carteles, paneles, árboles, persianas y ramas que motivaron la presencia de los servicios de Bomberos para su retirada principalmente procedentes de la capital.