Salud sin fronteras

José Martínez Olmos

Luchar contra la obesidad

30 de mayo 2015 - 01:00

HACE ya algunos años que se han encendido las luces rojas en relación a la obesidad y el sobrepeso como grave problema de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Más de mil millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, al menos 300 millones son obesas. La obesidad es una situación preocupante por la prevalencia que está adquiriendo a nivel mundial y esto es así debido a su asociación con las principales enfermedades crónicas de nuestro tiempo, como son las enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer. La obesidad coadyuva a engrosar las cifras de morbilidad y mortalidad por estas enfermedades.

Hace tiempo, la OMS identificó diez factores de riesgo como claves para el desarrollo de las enfermedades crónicas y de ellos, cinco están estrechamente relacionados con la alimentación y el ejercicio físico. Además de la ya mencionada obesidad, se citan sedentarismo, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y consumo insuficiente de frutas y verduras.

Y, como se sabe de manera evidente, la alimentación poco saludable y no practicar actividad física con regularidad son las principales causas de las enfermedades crónicas más importantes, y ambas son susceptibles de modificarse.

Es ampliamente conocido en el ámbito de la salud que la obesidad en los niños y adolescentes es una situación con un grave potencial porque, de no tomar medidas a tiempo sobre sus hábitos, hay una alta probabilidad de que el niño obeso se convierta en un adulto obeso. En la población más joven las enfermedades asociadas a la obesidad incluyen el agravamiento de enfermedades respiratorias, la diabetes mellitus tipo 2, los problemas de inadaptación psicosocial, la hipertensión arterial, hiperinsulinemia o la dislipemia.

Todas ellas acortan la vida; la obesidad puede llegar a reducir la esperanza de vida de una persona hasta en diez años. Estamos así ante una situación preocupante que requiere adoptar medidas de forma decidida para asegurar que podamos resolver este panorama actual y de futuro.

La lucha contra la obesidad requiere de un planteamiento que implique a diferentes sectores y no solo a los sanitarios. O se implica la sociedad, las familias, el sistema educativo, los sectores productivos en el ámbito de la alimentación y el ámbito municipal para desarrollar políticas que favorezcan entornos sanos y estimulen el ejercicio físico, o veremos un futuro con más patologías ligada a la obesidad.

Es urgente actuar y es además una obligación actuar ya, porque muchas de las consecuencias en salud se pueden evitar con políticas preventivas y de promoción de hábitos sanos. Es una tarea de todos.

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