Era un derroche de vitalidad, de optimismo y de ganas de vivir lo que irradiaba Antonio Abascal, hermano mayor de la famosa Nati, de la diseñadora Ana María y de dos deportistas de élite, como él mismo fue, que eran el baloncestista Quino y Bosco, el tantas veces internacional por España con la selección de rugby. Antonio era el segundo de los diez hijos del matrimonio formado por Domingo Abascal y Natuca Romero de Toro.

Antonio Abascal Romero de Toro fallecía el martes a causa de una leucemia que tardaron en detectarle. A los 67 años de edad nos dejaba un hombre que adquirió renombre nacional como jugador del Sevilla de baloncesto. Militó en el equipo pionero en representar a Sevilla entre la élite baloncestística, en la década de los sesenta, donde figuraban nombres tan conocidos como los de Adolfo Beneyto o José María Sequeiros.

Se casó con Gracia Valdenebro y tuvo cuatro hijas, Gracia, Beatriz, Miriam y Macarena. Antonio desarrolló gran parte de su vida profesional en Barcelona y su carácter de deportista le permitió hacer alguna vez en bicicleta el viaje desde la capital catalana. Generoso y amigo de sus amigos, ayer gran parte de la legión que se granjeó en vida lo acompañaron a su último viaje. Descanse en paz un vitalista que, además, fue una gran persona.