Bienal de Flamenco 2018

Tomás de Perrate: "Lo que hago no es por transgresión, sino por evolución"

  • El cantaor, que ha abierto la presente edición de la Bienal de Sevilla, trae este miércoles al Central su ‘Soleá sola’, una arriesgada propuesta en la que el flamenco cristaliza con la música clásica contemporánea

Tomás de Perrate interpretando el pregón con que inauguró esta Bienal.

Tomás de Perrate interpretando el pregón con que inauguró esta Bienal. / Raúl Caro (Efe)

“Lo mío es de pedigrí”, bromea Tomás de Perrate al otro lado del teléfono cuando piensa hasta dónde llega el alcance de su abolengo. Bisnieto de Manuel Torre, hijo de Perrate de Utrera y sobrino de María ‘La Perrata’, este cantaor, cuyo inconfundible eco bravío fue el elegido para inaugurar la presente edición de la Bienal de Flamenco, llega este miércoles al Teatro Central (23:00) para estrenar Soleá Sola, una sugerente propuesta “en la que hago un guiño al flamenco más tradicional pero poniéndolo bajo la batuta de la música clásica contemporánea”, explica.

De esta forma, el polifacético artista, que ha sorprendido al público en espectáculos como Lo Real / Le Réel / The Real y FLA.CO.MEN de Israel Galván (donde lo mismo canta una toná que un estándar de jazz americano), vuelve a presentarse como un rara avis para actualizar su riquísimo acervo jondo y explorar sus inquietudes. Rompiendo de paso una imagen “a menudo difuminada por los tópicos de la industria flamenca y el peso de la historia familiar”, tal y como expresa en el folleto de mano Pedro G. Romero, director artístico y aparato de la obra, con quien Perrate inició una fructífera relación precisamente por sus colaboraciones con el bailaor sevillano y con quien ya trabajó en Sistema Tango, un laboratorio sonoro en torno a los tangos de Piazzola.

“Sinceramente no entiendo lo de salirse del tiesto. Para mí ser gitano y tener el apellido que tengo es una ventaja pero mi formación musical es mucho más amplia que lo fue la de mi padre, entre otras cosas, porque él no tuvo el acceso que yo he tenido a otras músicas y pienso que eso enriquece”, manifiesta el utrerano. En este sentido, él rechaza el término fusión y defiende su camino como un proceso natural, “que en absoluto responde como una transgresión sino como una evolución artística fruto de mis experiencias profesionales y personales”, sostiene.

"Mantengo un compromiso no sólo con el flamenco que hubo en Utrera sino con el que puede haber"

Es decir, que Perrate lleve el flamenco inscrito en su ADN no lo hace impermeable a otros géneros musicales por los que declara su amor abiertamente. De hecho, confiesa que, “como buen adolescente”, escuchaba a Bob Marley, Stevie Wonder o los Eagles y se volvió literalmente “loco” con la batería y la guitarra eléctrica. Luego, fue ampliando su interés por otros estilos, desde el swing al folk por citar  algunos. Todos conviven en su garganta con el cante de su Utrera natal, del que asegura sentirse “por completo” representante, manteniendo un compromiso “no sólo con el flamenco que hubo sino con lo que puede haber”, sostiene categórico.

Esta Soleá Sola es, por tanto, la culminación de un proceso donde el artista “toma fuerzas atrás para dar un salto vertiginoso hacia delante”, como reza el libreto, y pone en práctica sus necesidades y las ideas que han ido gestándose en él en todo este tiempo. Contraponiendo, o mejor, yuxtaponiendo, un repertorio clásico de soleares, seguiriyas, tonás y bulerías, con arreglos contemporáneos. Pero, matiza el cantaor, “con una base totalmente flamenca y gitana”.

Para lograr que todo encaje el creador estará rodeado de los músicos de Proyecto Lorca (Juan J. Jiménez, al saxo, y Antonio Moreno, a la percusión) y la guitarra de Alfredo Lagos, como núcleo duro. Y del guitarrista Raúl Refree (productor también de Rosalía, entre otros), Paco de Amparo, “con quien recordaremos a Diego del Gastor y Perrate”, y la cantaora Inés Bacán, “que me cantará una nana muy familiar”, como artistas invitados.

En realidad, cuenta el cantaor mientras se monta en el coche tras los ensayos, “con todos estos compañeros he podido experimentar sensaciones distintas que me han aportado mucho como artista”, señala. Es más, con sincera humildad, expresa sentirse afortunado de rodearse “de gente fascinante” y casi que les atribuye a ellos cualquiera de sus méritos. “Es imposible no dejarse arrastrar a proyectos con músicos tan buenos. Por eso, cuando se me pone por delante un nuevo reto no paro hasta que no lo consigo”.

Entre las sorpresas, el artista adelanta que en este estreno, que será grabado para dar forma al que será su cuarto disco tras Utrera Flamenca, Perraterías e Infundio, interpretará La soleá de la Serneta, “mi particular homenaje a una artista que, aunque nació en Jerez, en Utrera la sentimos como nuestra”.

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